Luego de ser depuesto y viajar por varios países para exponer su situación, Zelaya estuvo siete meses en la sede de la embajada de Brasil y el 27 de enero fue a República Dominicana, donde fue recibido como huésped distinguido.
"Conozco mi deber como presidente y la regla de oro es que no le hagas a otro lo que no te gusta que te hagan", dijo Lobo.
El gobernante rechazó pronunciarse contra el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, quien mencionó que Lobo se había comprometido al regreso de Zelaya con la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton.
"No vayan a pretender que yo me vaya a expresar del presidente Funes contrariándole, cuando ha apoyado mucho a Honduras para que no esté aislada", agregó.