Por contra, los expertos de este instituto español de estudios internacionales advierten de que es posible que en 50 años la UE ni siquiera se encuentre entre las siete primeras economías del mundo de persistir la actual tendencia de desplazamiento de poder y el euroescepticismo provocado por la crisis económica.
El informe con el Índice Elcano de Presencia Global (IEPG) fue presentado hoy por el adjunto al director del BBVA, Fernando Gutiérrez Junquera, y conducido por el presidente del Instituto Elcano, Emilio Lamo, y Iliana Olivié, Federico Steinberg e Ignacio Molina, tres de los principales investigadores de esta institución española que sirve de foro de análisis y discusión sobre la actualidad internacional.
En el estudio, basado en resultados y no en potencialidad, según explicó Lamo, se constata el cambio de posición de las zonas de poder tradicionales (Estados Unidos y Europa) hacia el sur y el este del planeta.
Combina tres índices: datos objetivos, datos sintéticos, que engloban el poder militar, el económico y el llamado "soft power" o blando, que engloba la capacidad de atracción de un país o zona basada en la expansión de su cultura; y la presencia, que hace referencia al uso de los recursos.
Según este IEPG, Estados Unidos sigue siendo el país con mayor presencia global en el mundo aunque cayó de un 24.1 por ciento en 1990 a un 16.6 por ciento en 2012, mientras que China, el cuarto país en presencia global, pasó de un 1.4 por ciento en 1990 a un 5.1 por ciento en 2012.
La diferencia con respecto a 1990 radica en la irrupción de países asiáticos como Corea del Sur (puesto 14 en el IEPG), India (16) o Singapur (17) y del único país iberoamericano, Brasil (19).
España ocupa el puesto número once según su presencia global en el mundo y el quinto puesto en Europa.
Si la Unión Europea se convirtiera en un solo Estado, esta ocuparía el primer puesto en presencia global, con 1,088.3 puntos, seguida muy de cerca por Estados Unidos, con 1,012.3. El siguiente país sería China con solo 308.4 puntos según el IEPG.
En su intervención Molina defendió el papel de Europa en el mundo por sus valores frente a China y Estados Unidos, ámbito en el que afirmó que "un mundo hecho a medida de los ideales de China o Estados Unidos. sería más desigual", en referencia a los datos sobre desigualdad contenidos en el informe y que son más altos en estos dos últimos países que en la UE.
Europa debería tomarse más en serio sus capacidades militares, concluyó también Molina, al advertir que de continuar la tendencia de desplazamiento de poder y el euroescepticismo provocado por la crisis económica es probable que en 50 años la UE ni siquiera se encuentre entre las siete primeras economías.
La primera en exponer los datos fue la investigadora Iliana Olivié, que explicó la novedad que supone en este IEPG la incorporación del Índice Elcano de Presencia Europea (IEPE) que muestra la presencia de España en los Estados miembros de la UE.
Afirmó asimismo que la llamada presencia blanda es el principal rasgo de España y está caracterizado por la exportación de materias primarias (agricultura), el turismo y la absorción de mano de obra poco cualificada, lo que le diferencia de la mayoría de Estados de la UE.
Steinberg se centró en la presencia europea en el mundo y los cambios de poder que se están produciendo, indicando que "no parece que vayamos a un mundo bipolar entre China y Estados Unidos", lo que aparece refrendado por el IEPG, que refleja que la presencia global de ambos ha decrecido.
Destacó que de darse esta unión política europea, ocuparía un único sillón en el Fondo Monetario Internacional (FMI) por lo que su sede debería ser desplazada a Europa y afirmó que lo que le falta a Europa saber explicar "por qué hace falta la UE en los próximos 50 años".