"El programa de recolección masiva de metadatos telefónicos de la NSA es legal", decidió este viernes el juez de Nueva York William Pauley, quien por este motivo denegó la medida cautelar para detener el controvertido programa, revelado por las filtraciones de Edward Snowden, que había solicitado la organización de derechos civiles ACLU.
Según el juez Pauley, la decisión sobre si ese programa debe continuar o no es algo que deben decidir las ramas ejecutiva y legislativa del gobierno, no un tribunal.
El juez reconoció las "robustas discusiones" a todos los niveles de sociedad y gobierno que han provocado las filtraciones de Snowden. Pero a la par apuntó en su fallo al valor del programa a la hora de evitar nuevos ataques terroristas como los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuyo éxito atribuyó a las tradicionales técnicas "convencionales" de inteligencia frente a un mundo cambiante.
"Los atentados del 11-S revelaron, de la forma más contundente posible, cuán peligroso e interconectado es el mundo", razonó el magistrado.
"Mientras que los estadounidenses aprovechaban las nuevas tecnologías como una ventaja de la modernidad, Al Qaeda conspiraba en un ambiente propio del siglo VII para usar esa tecnología contra nosotros. Fue un golpe osado y tuvo éxito porque la recolección convencional de inteligencia no podía detectar todos los hilos difusos que conectaban con Al Qaeda", agregó en su argumentación.
"Como demuestran los atentados del 11-S, el coste de no captar uno de esos hilos puede ser horrible", continuó Pauley, para quien la recopilación masiva de metadatos de la NSA supone el "contragolpe" del gobierno al uso de las tecnologías por parte de Al Qaeda.
Se trata de la primera decisión legal favorable para el gobierno de Barack Obama, muy presionado doméstica e internacionalmente por las continuadas revelaciones sobre lo masivo de la vigilancia de la NSA, que afectó incluso a las comunicaciones privadas de líderes aliados, según reveló Snowden.
El mismo programa de la NSA había sido estudiado en una demanda distinta por otro juez, Richard Leon, de la Corte Federal de Washington, quien sí aprobó a comienzos de la semana pasada una orden preliminar para poner un freno al programa de vigilancia de teléfonos mientras el caso es visto por la justicia, al considerar que éste podría violar las garantías de privacidad que prevé la Constitución estadounidense.
Una decisión que en parte aceleró la decisión de la Casa Blanca de publicar, también la semana pasada, el informe sobre la vigilancia de la NSA elaborado por una comisión creada por Obama para analizar precisamente los programas de espionaje.
La comisión hace un total de 46 recomendaciones, entre otras tomar "medidas significativas" para proteger la privacidad de los ciudadanos y que la NSA revise su programa de vigilancia a líderes de otros países. El mandatario ya ha anunciado que revelará en enero qué recomendaciones adopta de inmediato y cuáles requerirán más estudios.