"Nadie en Europa ganará si se produce una ruptura", advirtió Tsipras en una entrevista con la televisión griega Star TV a última hora del lunes. "Creo que llegaremos a un acuerdo antes del 9 de mayo", agregó optimista el primer ministro, que descartó un adelante de las elecciones.
Ahora Tsipras quiere acelerar los tiempos. Dijo que su equipo de finanzas iba a celebrar una reunión extraordinaria y en breve se iba a presentar un proyecto de ley ante el Parlamento. "Algo va a pasar. Qué exactamente no lo sé", dijo hoy el vicepresidente del Parlamento griego, Alexis Mitropoulos, en declaraciones a la televisión griega.
Bruselas reaccionó con cautela al anuncio de sería posible lograr un compromiso antes del 9 de mayo. Conseguirlo para esa fecha depende de las propuestas griegas de reformas, dijo un diplomático de la UE en Bruselas.
Fuentes diplomáticas en Bruselas manifestaron sus dudas de que en vista de las cajas vacías en Atenas realmente haya tiempo para ese referéndum. Por norma general, no se comentan referéndum o elecciones en los países miembros.
Se cree que los secretarios de Estado de Finanzas de los 19 países del euro abordarán el tema en el encuentro que celebrarán este miércoles. La próxima reunión de los ministros de Finanzas del euro figura en la agenda para el 11 de mayo. Y el tiempo apremia, pues Atenas podría quedarse sin poder pagar. En total hay 7,200 millones de euros bloqueados que corresponden a Grecia como parte del programa de ayuda, pero que no se han entregado a falta de un acuerdo en el paquete de reformas.
Observadores en Atenas consideran un posible referéndum como una advertencia en dos direcciones. Por una parte, al ala más a la izquierda del partido de Tsiparas, que ve con buenos ojos separarse del euro. Sin embargo las encuestas señalan que más del 70 por ciento de los griegos prefiere seguir en la eurozona, aun cuando se tenga que llegar a un compromiso doloroso. Por otra parte, sirve como una suerte de advertencia para los acreedores, en el sentido de que no se pueden aprobar todo lo que exigen. Atenas rechaza más recorte y aumentar el impuesto sobre el valor añadido, IVA.
El líder de la oposición, el conservador Antonis Samaras, señaló que a Tsipras sólo le quedan dos posibilidades, ceder y cambiar por completo su política o encaminarse hacia un referéndum con una única pregunta: "¿euro o dracma (la moneda griega antes del euro)?.
Según los medios locales, Tsipras ha enfocado el programa de reformas para aumentar los ingresos del Estado. En el proyecto de ley que se presentará al Parlamento se fijan duros controles de las transferencias al extranjero para poder rastrear el dinero negro.
Otras medidas son un mejor registro de los ingresos por el IVA y, además, el Estado recaudará los pagos de los morosos. Asismismo, Atenas espera conseguir ingresos con la concesión de licencias a televisiones privadas y a casinos online. La lucha contra el contrabando en el ámbito de los combustibles y el tabaco también contribuirá a recaudar una cifra millonaria. Tsipras ha terminado por no rechazar tampoco las privatizaciones.
Entre las medidas recaudatorias, el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, propuso hoy una amnistía fiscal y explicó que los defraudadores tendrán una oportunidad para legalizar su dinero en negro a cambio de un pago único.
El ministro no mencionó a cuánto ascenderá la suma a pagar al fisco. Al respecto indició que se regulará en breve, dijo.
Según estimaciones de expertos, los griegos tienen en cuentas suizas unos 80,000 millones de euros. Se estima que unos dos tercios de esa cantidad es dinero negro. (DPA)