"En lo que me concierne, están muertas", sentenció Trump al ser preguntado por los periodistas en la Casa Blanca sobre las negociaciones de paz con los talibanes.
El mandatario anunció el sábado la suspensión de un encuentro "secreto" con los talibanes y el Gobierno de Afganistán que había planeado para este domingo en la residencia presidencial estadounidense de Camp David.
Trump canceló esa cita después de que los talibanes admitieran la autoría de un atentado en Kabul que el pasado jueves acabó con la vida de 11 personas, entre ellas un soldado estadounidense.
En consecuencia, según el presidente, EE.UU. ha "golpeado" a los insurgentes afganos más fuerte en los últimos cuatro días que en los últimos diez años.
Pese a la cancelación de la reunión en Camp David, el Ejecutivo estadounidense no había aclarado si eso suponía el fin de las conversaciones de paz que EE.UU. y la formación insurgente han mantenido durante más de un año en Catar para poner fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán.
El domingo, el secretario de Estado Mike Pompeo aseguró que su país seguía abierto a alcanzar un acuerdo de paz con "condiciones" con los talibanes.
Trump fue hoy tajante sobre el fin del diálogo con los talibanes, pero también pareció dejar una puerta abierta a conversaciones futuras, al asegurar que siguen hablando con el Gobierno afgano y con "mucha gente": "Y ya veremos (qué pasa)", indicó.
Por otro lado, negó que haya divisiones internas en su equipo en lo relativo a la decisión de acoger a los talibanes en Camp David, como habían señalado algunos medios estadounidenses.
"En cuanto a mis asesores, yo seguí mi propio consejo. Fue mi idea, y (también) fue mi idea cancelar" la reunión, subrayó Trump, quien añadió que no le "gustaba" la noción de invitar a los talibanes a la Casa Blanca porque eso sería "ir demasiado lejos".
Y es que entre ayer y hoy algunos medios han hablado de diferencias entre miembros de la Administración de EE.UU. sobre cómo abordar una salida a la guerra en Afganistán.
La cadena de televisión NBC, que citó a funcionarios y personas conocedoras de las discusiones, apuntó que hubo integrantes del Ejecutivo opuestos a una reunión con los talibanes y el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, en Camp David.
La NBC indicó que la decisión de Trump de celebrar esa cita fue analizada el pasado 1 de septiembre.
Sin embargo, a ella se opuso "vehementemente" el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, pese a que funcionarios del Departamento de Estado sostenían que la reunión en Camp David podía servir para acercar posturas entre las partes contendientes, aseguró el canal.
De acuerdo a las fuentes consultadas por la NBC, Bolton contó con el vicepresidente Mike Pence como aliado.
A la luz de estas informaciones, Trump criticó este lunes en Twitter a "los medios deshonestos", a los que, a su juicio, les gusta crear "la visión de confusión en la Casa Blanca, lo que no hay".
"Veo a buena parte de los medios simplemente como un brazo del Partido Demócrata. Son corruptos y están extremadamente molestos por lo bien que nuestro País lo están haciendo bajo MI LIDERAZGO", agregó.
En ese sentido, el mandatario citó la marcha de la economía y reiteró que no hay ninguna recesión, lo que, en su opinión, lamentan los medios de comunicación.
"(Los medios) trabajan horas extra para ayudar a los Demócratas a ganar en 2020, pero eso NUNCA OCURRIRÁ, ¡Los estadounidenses son demasiado inteligentes!", zanjó.
Inmediatamente después, uno de los implicados en la polémica sobre Afganistán, Pence, reaccionó en la misma red social arremetiendo contra los medios de comunicación.
"Eso es Absolutamente Cierto Sr. Presidente. ¡Más Noticias Falsas! Los Medios Deshonestos nunca contactaron con nuestra oficina antes de sacar esta historia y si lo hubieran hecho, se lo habríamos dicho, apoyo COMPLETAMENTE su decisión", señaló Pence en Twitter.