Trudeau suspendió el Parlamento el pasado 18 de agosto, un día después de la inesperada dimisión de su ministro de Finanzas, Bill Morneau, envuelto junto con el primer ministro en un escándalo de tráfico de influencias, y se comprometió a reanudar las actividades parlamentarias con un programa de Gobierno en respuesta a la crisis causada por la pandemia.
La respuesta de Trudeau a la crisis, de acuerdo al discurso que pronunció en su nombre la gobernadora general de Canadá, Julie Payette, quien actúa como jefa de Estado en representación de la reina Isabel de Inglaterra, es una agenda de gasto masivo porque "este no es el momento de austeridad".
"Canadá entró en esta crisis en la mejor de las posiciones fiscales de sus iguales. Y el Gobierno está utilizando esa capacidad de fuego fiscal, en cosas como el Beneficio de Respuesta de Emergencia o el Subsidio Salarial de Emergencia, para que los canadienses, las empresas y toda la economía tengan el apoyo que necesitan para capear el temporal", dijo Trudeau.
El discurso del trono no incluyó cantidades específicas y señaló que todos los detalles financieros de los planes expuestos hoy por el Gobierno de Trudeau serán incluidos a finales de año en un documento fiscal.
Las áreas en las que Trudeau quiere centrar la actividad de recuperación son infraestructura, renovaciones para mejorar la eficiencia energética, proyectos de energía limpia, viviendas asequibles y la ampliación de la internet de alta velocidad en las vastas extensiones del interior y la zonas rurales de Canadá.
"El segundo cimiento del plan del Gobierno es apoyar a los individuos y empresas en esta crisis no importa lo que dure, haciendo lo que sea necesario. Lidiar con la crisis sanitaria de forma efectiva es lo mejor que podemos hacer para la economía", explicó Trudeau en el discurso del trono.
Una de las claves señalada es la campaña que el Gobierno "iniciará para crear más de un millón de puestos de trabajo, restaurando el empleo a los niveles previos" a la pandemia.
"Esto se hará usando una variedad de herramientas, incluidas inversiones directas en el sector social e infraestructura, capacitando de forma inmediata para adaptar rápidamente a los trabajadores e incentivos para que los empresarios contraten y retengan trabajadores", continuó.
Pero el plan de Gobierno expuesto hoy por Trudeau tiene que que convencer a al menos uno de los grupos de la oposición para evitar que sea derrotado en la Cámara Baja, lo que provocaría de forma automática la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas.
El Partido Liberal de Trudeau sólo tiene 154 de los 338 escaños de los Comunes, por lo que si los tres principales partidos de la oposición votan en contra del discurso del torno, el Gobierno canadiense caerá..
De momento, el principal grupo de la oposición, el Partido Conservador, expresó de forma inmediata su oposición al contenido del discurso del trono y la portavoz del grupo aseguró que los 121 diputados de la formación votarán en contra.
El futuro del Gobierno de Trudeau depende ahora del soberanista Bloque Quebequés (BQ), el segundo grupo de los Comunes con 32 diputados o el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), con 24 escaños.
Una vez finalizada la lectura del discurso del torno, el líder del NPD, Jagmeet Singh, señaló que su grupo se tomará el tiempo necesario para decidir si votará en contra de Trudeau.
"Hoy, el Gobierno produjo un discurso del trono lleno de palabras sobre buenas cosas. Pero un discurso del trono son sólo palabras en un papel. Y este primer ministro ha mostrado una y otra vez que sus acciones no se corresponden con sus acciones vacías", dijo Singh.
El Bloc Quebequés, cuyo líder, Yves-Francois Blanchet se encuentra en aislamiento tras contraer COVID-19, tampoco ha revelado si votará en contra o en favor de Trudeau.