“El uso de minas antipersonal en Libia tiene y tendrá un efecto devastador sobre la población civil, obstruirá el desarrollo económico y la reconstrucción e inhibirá la repatriación de los desplazados internos”, dijo Turdiu.
“La activación de minas en Libia va en contra de las normas que son aceptadas por la gran mayoría de Estados”, recordó Turdiu, diplomático albanés que lidera la Convención de Minas Antipersonal también conocida como Convención de Ottawa.
Los comentarios de Turdiu se dan ante la próxima reunión de los Comités de la Convención de Minas Antipersonal que se efectuará en Ginebra del 20 al 24 de junio, y que es considerada como una de las más importantes citas anuales de expertos en minas terrestres y diplomáticos.
Más de 400 expertos, que representan a más de 100 países, y decenas de organizaciones internacionales y no gubernamentales tomaran parte en la reunión.
“Con algunas excepciones, la comunidad internacional ha aceptado que la naturaleza insidiosa e indiscriminada de las minas antipersonal significa que deben ser erradicadas”, indicó Turdiu.
Se prevé que durante las reuniones, Turdiu le recuerde a la comunidad internacional los compromisos adquiridos en la histórica Cumbre de Cartagena por un Mundo Libre de Minas que se llevó a cabo en 2009 en Colombia.
“En la Cumbre de Cartagena, los Estados aceptaron que condenarían el uso de las minas antipersonal por parte de cualquier autor", recordó Turdiu, tras señalar que los reportes de que Libia ha usado minas antipersonales “son muy preocupantes".
“Es nuestra responsabilidad que sea ampliamente conocida nuestra preocupación por esos hechos”, agregó.
El nuevo uso de minas antipersonal en Libia fue reportado y condenado por la Campaña Internacional por la Prohibición de las Minas (ICBL) galardonada con el Premio Nobel de la Paz.
La organización Human Rights Watch ha documentado por su parte el uso de minas por las fuerzas del gobierno libio. En abril, el Consejo de Transición Nacional Libio prometió por escrito que no utilizarán más minas.
Libia es uno de cuatro países africanos que no se ha unido a la Convención de Ottawa.