Cuanto más insistan en mantener la presencia de sus fuerzas la sensibilidad regional contra ellos aumentará. La ocupación es el principal obstáculo en el camino a la paz, declaró el líder de los insurgentes, el mulá Hebatulá Ajundzada.
Además pidió la independencia completa del país, el establecimiento de un sistema islámico, y rechazó los planes de Estados Unidos de aumentar la presencia militar allí.
Los talibanes y el gobierno sostuvieron un encuentro oficial en julio de 2015, pero el proceso quedó suspendido tras conocerse la muerte del fundador del movimiento, el mulá Omar, y desde entonces la formación se niega a dialogar.
Actualmente controlan más de la mitad del territorio afgano y despliegan una ola de violencia que agudiza el clima de inestabilidad y desafía la capacidad del gobierno de ejercer eficazmente su autoridad.
Expertos califican de indetenibles las acciones terroristas en tierras afganas, donde tropas estadounidenses garantizaron por más de 15 años su presencia militar en la región asiática, con alegados fines de lucha contra el terrorismo que no mostraron resultados, tras la intervención en 2001 con apoyo de aliados de la OTAN.