Sin embargó, sólo se hallaron 14 cadáveres bajo las masas de lodo y piedras en Koslanda, en el sur de la isla.
Antes, las autoridades habían hablado de 300 desaparecidos pero después fueron corriendo la cifra a la baja.
El gobierno prometió que en los próximos meses construirá viviendas para las 58 familias que se quedaron sin hogar por el desprendimiento de tierras.
El alud es el peor desastre natural vivido por el país desde el tsunami de 2004. (DPA)