Según las autoridades de la provincia de Nangarhar, el ataque fue perpetrado por cinco extremistas que detonaron un coche bomba a la entrada de la base y después dispararon contra los soldados. Por el momento se desconoce la nacionalidad del uniformado fallecido.
Uno de los atacantes murió debido a la explosión y otros cuatro fallecieron por los disparos de los vigilantes. Los talibanes reivindicaron la autoría del ataque.
Entre tanto, en la provincia de Jost, cuatro agentes de inteligencia y un funcionario local muerieron el viernes al estallar una bomba colocada en la cuneta de la carretera.