Tras la despedida pasada por agua en Nueva Zelanda, un sol reluciente dio hoy la bienvenida en Australia a los duques de Cambridge y a su hijo de casi nueve meses, Jorge, que descendió la escalerilla del avión en brazos de su madre.
Poco después Guillermo se hizo cargo del pequeño de nueve meses, cuando Catalina, que lucía un entallado vestido amarillo de la diseñadora serbia Roksanda Ilincic, recibió sonriente un ramo de flores.
Y poco más pudieron ver los australianos de "baby George", ya que la niñera desapareció con el pequeño príncipe mientras que los duques de Cambridge acudieron a la recepción oficial de bienvenida en la famosa ópera situada en la bahía de Sydney.
"Australia y los australianos han sido siempre para nosotros un faro de confianza, creatividad en el arte y rendimiento en el deporte", dijo durante la ceremonia el número dos en la línea de sucesión al trono británico.
Los miles de fans que allí esperaban tuvieron que conformarse entonces con los breves momentos en los que la pareja real saludó y sonrió. El esperado baño de masas tan sólo llegó después del acto oficial de bienvenida, donde Guillermo y Catalina posaron con los fans para los "selfies". La multitud estaba entusiasmada.
En el aeropuerto, el primer ministro Tony Abbott y su esposa recibieron al nieto de la reina Isabel II y a su familia. Quien no estuvo presente fue el anfitrión y primer ministro del estado de Nueva Gales del Sur, Barry O'Farrell, quien dimitió sorpresivamente apenas unas horas antes por un escándalo de corrupción.
Olga Bush, de 93 años, acudió al aeropuerto con su nieta para dar la bienvenida a la pareja real. La anciana relató que en el pasado también acudió a ver en directo las visitas de la reina o la princesa Diana, según relató al diario "Daily Telegraph". "Incluso tengo una foto de Diana con mi hija".
El príncipe Jorge probablemente pasará la mayor parte del tiempo con su niñera en la casa en Sydney del gobernador general Sir Peter Cosgrove. Catalina y Guillermo acudirán a casi todos sus compromisos sin su hijo como ya hicieron en Nueva Zelanda. No obstante, al término de la jornada estarán con él.
Durante la gira por Australia acudirán a Brisbane, Adelaida y la capital, Canberra, así como al desierto en el centro del país con una visita al monte Uluru, antes conocido como Ayers Rock.
El domingo el pequeño podría acompañar a sus padres al zoo Taronga, donde cumplirán con uno de sus compromisos oficiales. Allí hay un lugar para macrotis, un marsupial que en inglés se denomina "bilby", que llevará su nombre. "Creo que la primera palabra que podría decir Jorge es 'bilby' ya que 'koala' es mucho más difícil", dijo un orgulloso papá.
En la mañana, una intensa lluvia despidió a los duques de Cambridge de Nueva Zelanda, donde pasaron nueve días. La visita fue un éxito rotundo, según coincidían en señalar los analistas, que apuntaban que los neocelandeses quedaron entusiasmados con la joven familia.
El pequeño "baby George" recibió ositos de peluche pero también otros presentes de mayor tamaño como una barca hinchable, una mini bicicleta con diseño maorí, los habitantes originarios de las islas, y un minicasco con piel de zarigüeya. (DPA)