Así se pronunció hoy un funcionario del Ministerio de Unificación, encargado de las relaciones con el Norte, que pidió el anonimato al hablar con la agencia Yonhap sobre lo adelantado horas antes por el diario New York Times de ese potencial encuentro para, entre otros puntos, sellar un intercambio de armamento y tecnología aeroespacial y militar que podría vulnerar dichos dictámenes de la ONU.
El rotativo asegura que ambos líderes podrían reunirse la semana próxima en la ciudad de Vladivostok, en el Extremo Oriente ruso, y que Putin querría que Corea del Norte venda a Rusia artillería y misiles antitanque, mientras que Pionyang estaría buscando tecnología avanzada para la fabricación de satélites y submarinos de propulsión nuclear, además de ayuda alimentaria.
Estas transferencias a nivel bilateral podrían considerarse una violación de distintas disposiciones incluidas en las nueve resoluciones que ha aprobado hasta la fecha el Consejo de Seguridad de la ONU -del que Rusia es miembro permanente y cuyos votos favorables son indispensables para aprobar los dictámenes, puesto que goza de derecho de veto- para castigar los desarrollos armamentísticos norcoreanos.
"El Gobierno, junto con la comunidad internacional, sigue de cerca las relaciones de cooperación que involucran a Corea del Norte y quiere recordar que todos los países miembros de las Naciones Unidas tienen el deber de cumplir con las resoluciones del Consejo de Seguridad", dijo el mencionado funcionario.
"La cooperación entre Corea del Norte y un país vecino, en todas sus formas, debe llevarse a cabo en una dirección que no perjudique al orden y la paz internacionales", añadió el funcionario, que consideró que las posibilidades de que Pionyang y Moscú firmen un intercambio militar son cada vez mayores dado el acercamiento exhibido entre ambos países.
Por su parte, una portavoz del citado ministerio consultada por EFE dijo que la cartera de Unificación aún no se ha pronunciado de manera oficial con respecto a las informaciones del New York Times y otros medios estadounidenses que lo siguieron después.
Esos reportes llegan después de meses de insistencia por parte de Washington con respecto a supuestas acciones de Pionyang para asistir a Moscú en su invasión de Ucrania suministrando munición.
Ayer mismo la Casa Blanca informó que el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, solicitó comprar munición para artillería cuando viajó a Pionyang a finales de julio y que desde entonces ambos países han intercambiado cartas entre sus líderes con el propósito de fortalecer la cooperación bilateral en este terreno.