La iniciativa, que impulsa el presidente José Mujica, es una experiencia que apunta a "sacarle clientes al narcotráfico" y no liberar el país para el consumo libre, ha explicado reiteradamente el presidente, José Mujica, desde que lanzó la iniciativa.
La nueva ley tendrá los votos solamente del gobernante Frente Amplio (FA), ya que la oposición se resiste a acompañarla, con el argumento de que no solucionará el problema y que además, tiene algunos artículos inconstitucionales.
El Estado uruguayo se encargará del control de la venta regulada que, en principio, se haría a través de la red de farmacias, aunque todavía no está totalmente claro este aspecto.
El gobierno realizará un monitoreo del enmarcado negro y, de ser necesario, bajará los precios porque habrá que "pelear" también en ese terreno.
"No se tratará de instaurar un sistema de 'fumo libre'", ha dicho Mujica. "Quien se pase de la raya será tratado por los médicos", agregó el mandatario este domingo.
"Esto es una plaga, como el cigarro, y te ofrezco legalmente una ración y si te pasas de la raya te tengo registrado y te voy a tener que atender médicamente", dijo, a la vez que lanzó una campaña mediática sobre los efectos nocivos del consumo de drogas.
El presidente uruguayo defiende su iniciativa porque considera que las política represivas que se han aplicado en el mundo no han dado resultados y qué ése no es el único camino.
Por eso, además, solicitó el apoyo de otros países. "Yo espero que nos den una mano y que aprendamos entre todos".
El director de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, explicó que la producción de marihuana se realizará en invernáculos y se proyecta que haya entre 1 y 10 proveedores habilitados.
El funcionario aclaró también que esta ley no significará que se reduzca el combate al narcotráfico por otras vías, como la represión.
Con la aprobación de la ley en el Congreso (que ya fue aprobada en Diputados) no se instaura el nuevo sistema, automáticamente. Habrá que esperar la promulgación del Poder Ejecutivo y la reglamentación correspondiente, lo que podría llevar todo el año 2014.
"Habrá mucho para discutir y mucho para trabajar. Vamos a pasar un verano laburando (trabajando). No hay nada maravilloso en eso", dijo el presidente.
Sondeos de opinión indican que cerca del 60 por ciento de la población uruguaya está en contra de legalizar el mercado de la marihuana, mientras que la asociación de los químicos farmacéuticos también está en contra de utilizar sus redes comerciales para la distribución de la droga.
En ese clima, la oposición política pretende impugnar la normativa y el Partido Nacional (PN) anunció la intención de recolectar firmas entre la población para convocar a un referéndum con el argumento de que la marihuana legal "ampliará el mercado" y no hará desaparecer el narcotráfico.
Un movimiento de partidarios de la legalización de la marihuana marchará mañana por el centro de Montevideo y se concentrará en los alrededores del Congreso.