La organización publicó una necrológica elaborada por su marido en la web de Maynard que, tal como estaba previsto, tomó un cóctel de medicamentos y murió en paz en su dormitorio en los brazos de sus seres queridos, informó "Compassion & Choices".
"Adiós a todos mis valiosos amigos y familiares que amo", escribió la propia Maynard el sábado en su Facebook. "Hoy es el día que he elegido para morir con dignidad en vista de mi enfermedad incurable, este horrible tumor cerebral que tanto me ha quitado (...) pero que me habría quitado mucho más".
Maynard agradeció en su mensaje a todos quienes la apoyaron y terminó con un llamamiento a difundir la energía positiva por el mundo. "La gente que se para a apreciar la vida y dar gracias es la más feliz. ¡Si cambiamos nuestros pensamientos, cambiaremos nuestro mundo! Amor y paz para todos ustedes", escribió.
Hasta el último momento había incertidumbre acerca de si la joven retrasaría la fecha de su previsto suicidio asistido, después de que en un video publicado el jueves dijera que quería aún sentir muchas alegrías de la vida, como pasear con su marido, pero reconociera al mismo tiempo que su enfermedad la limitaba cada vez más y le provocaba fuertes dolores.
Maynard, que se había casado en 2012, sufría un cáncer cerebral agresivo. Los médicos le pronosticaron apenas seis meses de vida el pasado abril. Se sometió a una operación cerebral este verano (boreal) pero reapareció un tumor aún más maligno.
La estadounidense decidió terminar con su vida antes de sufrir los fuertes dolores pronosticados en la última etapa de la enfermedad, pero en su estado natal California no tenía acceso a la eutanasia. Por eso se mudó de San Francisco a Portland, en el vecino Oregon, uno de los cinco de los 50 estados norteamericano que la permiten.
La mujer aseguraba en un video grabado en agosto que quería pasar los días que le quedaban "en esta maravillosa Tierra" con su familia y en lo posible, en medio de la naturaleza. Y además utilizó sus últimas semanas de vida para abogar por la eutanasia. En sus emotivos mensajes por video atrajo a millones de fans en Internet.
"Un día la vida pasa delante de tus ojos, asegúrate de que merece la pena verla", se titula el obituario colgado en su web, en el que se explica que Maynard decidió morir con dignidad en vista de su horrible, dolorosa e incurable enfermedad.
"Brittany optó por hablar de ese derecho y de esa opción y de defenderla". Y estaba convencida de que debía posibilitarse una decisión de ese tipo a todos los pacientes terminales en Estados Unidos.
La eutanasia activa está prohibida en Estados Unidos y la muerte asistida médicamente es controvertida porque la mayoría de las iglesias la rechaza.
Sin embargo, en algunos estados sí se permite la eutanasia asistida. Es el caso de Oregon, donde es posible ayudar a la hora de poner los medios para quitarse la vida, aunque es el enfermo quien en último lugar debe tomar los medicamentos.
En Oregon la ley para una muerte digna conocida como "Death with Dignity Act" ya entró en vigor en 1997 por la presión de los electores. Según las últimas estadísticas de las autoridades sanitarias, desde entonces se les ha prescrito un narcótico mortal a 1,173 enfermos moribundos y, de ellos, 752 se quitaron la vida con esos medicamentos.
Una normativa similar rige en otros estados como Washington o Vermont, mientras en Montana o Nuevo Mexico existe jurisprudencia al respecto. Además, en siete estados norteamericanos existen iniciativas para cambiar la ley siguiendo el ejemplo de Oregon. Y Brittany Manynard ha vuelto a encender el debate. (DPA)