En un artículo de opinión en el diario español El País, advirtió que “no puede entronizarse y perpetuarse una dictadura en el centro de América Latina” y aseguró que sería nefasto para el continente recién declarado el continente de la paz.
El mandatario colombiano lamentó que Venezuela, un país con las mayores reservas petroleras del mundo, una nación libre, rica, y el destino durante décadas de millones de migrantes colombianos que huían de la violencia y buscaban una mejor vida, se desmorone en lo económico, en lo social y en lo político.
“Colombia es el país que más tiene que ganar o perder con lo que suceda en nuestra hermana república. Nos unen todos los lazos que pueden unir a dos naciones: la historia, la cultura, la geografía, la economía y más de dos mil 200 kilómetros de frontera viva”, dijo.
Aseguró que “siempre hemos deseado que a Venezuela le vaya bien y en estos últimos tiempos hemos hecho hasta lo imposible, al igual que el propio Vaticano y tantos otros Estados y líderes del mundo, para acercar al Gobierno y a la oposición alrededor de una salida digna a la grave encrucijada en que se encuentran”.
Santos expuso que Colombia en estos últimos años ha crecido muy por encima del promedio latinoamericano, tiene una inflación por debajo del 4.0 por ciento, es campeona en la región en reducción de la pobreza, en nivel de inversión y en generación de empleo, y ha fortalecido la educación como nunca antes.
En tanto, Venezuela se convirtió en el país más endeudado y con la inflación más alta del mundo, la pobreza supera el 82 por ciento, la contracción de la economía es cercana al 40 por ciento, la inseguridad se disparó, la muerte de pacientes en los hospitales se multiplicó por 10 y de recién nacidos, por 100.
“Por si fuera poco, hay escasez crónica de divisas, de medicinas y de alimentos. La gente se está adelgazando por física hambre y emigrando en busca de una mejor vida”, agregó.
Consideró que lo más grave, sin embargo, es que, a la par de la economía, a la democracia también la han destruido. “Infortunadamente, la corrupción se convirtió en la voz cantante del régimen y el respeto por los derechos humanos dejó de existir”, subrayó.
Según Santos, hasta cuando murió Chávez las formas democráticas se mantuvieron e incluso durante Maduro, se reconoció a regañadientes la mayoría que obtuvo la oposición en las últimas elecciones legislativas.
No obstante, a partir de ese momento, le han propinado golpe tras golpe a la institucionalidad democrática hasta llegar al tiro de gracia: una Asamblea Constituyente ilegítima.
Puntualizó que la posición de Colombia, como la de la mayoría del continente, ha sido la de ayudar a buscar una salida negociada, democrática y pacífica a la encrucijada venezolana.
Anotó que “últimamente las posiciones se han endurecido en la medida en que se iba destruyendo la democracia. Y ahora, frente a la dictadura, hay que endurecerlas más”.