En su informe de labores ante los cancilleres de los 12 países miembros del bloque, Samper alertó a la Unasur sobre la necesidad de promover una mayor integración y solidaridad.
Llamó a una “solidaridad colectiva” ante las primeras decisiones del presidente estadunidense Donald Trump, entre ellas las deportaciones masivas de inmigrantes latinos, la construcción de “otro muro de la ignominia” y la imposición de barreras a los productos de la región.
“Ojalá se pongan de acuerdo en la persona que debe sucederme, porque en estos momentos de dificultades es muy importante que haya un capitán en el barco”, dijo Samper en alusión a que hasta el momento no se han mencionado nombres de candidatos a sucederlo en el cargo.
Destacó que durante su gestión (de 2014 a 2017) el bloque participó activamente en la construcción de los Acuerdos de Paz entre el gobierno colombiano y las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), firmados el año pasado en La Habana.
Destacó la presencia de la Unasur en 12 Misiones Electorales encargadas de salvaguardar la democracia en la región.
También habló sobre el apoyo del organismo en la búsqueda de un proceso de diálogo para reconciliar las fuerzas políticas en Venezuela, establecer una Comisión de la Verdad, solucionar el problema de los detenidos, preservar el equilibrio de poderes y buscar salidas a la grave situación económica.
Agradeció la mediación en esta tarea de los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, de España, Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá, quienes acudieron al acto.
La Unasur, con sede en Quito, Ecuador, fue creada el 23 de mayo de 2008, en sustitución de la Comunidad Suramericana de Naciones (CSN), con el objetivo construir una identidad y ciudadanía de la región, al igual que desarrollar un espacio regional integrado.
Sus Estados miembros son Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Suriname, Uruguay y Venezuela.