De momento las zonas más afectadas por las inundaciones son Alabama y la parte norte de Florida, donde las precipitaciones han sido intensísimas debido al lento desplazamiento de la tormenta.
Esa región de la costa del Golfo de México se enfrenta ahora a una penosa recuperación de los daños millonarios ocasionados por las lluvias que, según dijo hoy la gobernadora de Alabama, Kay Ivey, no podrán ser evaluados completamente hasta los próximos días.
"A medida que el agua continúe retrocediendo, algo que puede tardar unos días, tendremos un informe más preciso de la devastación total", explicó Iveyy, quien aseguró que Sally estuvo a la altura de lo que pronosticaban los meteorólogos y fue "un evento de lluvias e inundaciones sin precedentes".
UN HOMBRE FALLECIDO EN ORANGE BEACH
Sally ya se ha cobrado una vida, confirmó en la misma rueda de prensa el director de la Agencia de Gestión de Emergencias (EMA, en inglés) en Alabama, Brian Hastings, que no dio más detalles.
Según medios locales, se trata de un hombre que falleció este miércoles con la llegada de Sally con vientos huracanados a la población costera de Orange Beach, sin que se sepa si es un vecino o un turista, mientras que una mujer se encuentra desaparecida.
"Esperamos no tener más muertes", señaló Hastings, quien aseguró que si no ha habido más víctimas es porque la población "prestó atención a las advertencias y pudo sortear el peligro".
Tanto en Alabama como en Florida, donde se movilizó a la Guardia Nacional para ayudar en las tareas de protección y recuperación, hay centenares de personas que acudieron a refugios para protegerse de la tormenta, a las que se han sumado los damnificados cuyos hogares han quedado inhabitables.
CARRETERAS INTRANSITABLES Y SIN SUMINISTRO ELÉCTRICO
En Alabama y en el noroeste de Florida, muchas carreteras permanecen intransitables por la crecida de los ríos y la caída de árboles y postes del tendido eléctrico, mientras que los usuarios que se han quedado sin electricidad alcanzan casi el medio millón.
De estos, unos 30,000 corresponden a hogares de Georgia, donde la tormenta está dejando ya daños en su camino hacia las Carolinas.
En las poblaciones de la costa, donde Sally llegó con vientos de 165 kilómetros por hora, la tormenta arrancó tejados y convirtió las calles en ríos, pero la marejada que elevó el nivel de las aguas del mar tiende a normalizarse en la mayor parte del territorio.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, advirtió a los habitantes de las zonas inundadas del noroeste del estado de que permanecieran atentos hasta que se retire toda el agua dejada por el huracán, aunque aún se mantiene el peligro por la crecida de los ríos en los próximos días debido a las fuertes precipitaciones en el interior.
Las autoridades han suspendido las clases en muchos condados de ambos estados y se han establecido toques de queda en algunos lugares hasta que se recobre la normalidad.
Y MIENTRAS TEDDY SE ACERCA
El Centro Nacional de Huracanes ha avisado ahora de que el huracán Teddy, que se encuentra en el Atlántico a unos mil kilómetros de la costa de EE.UU. con vientos de 165 kilómetros por hora, está reforzándose y que en las próximas horas podría convertirse en un huracán mayor (de categorías 3, 4 ó 5).
Teddy mantiene de momento un rumbo por el norte de las Bahamas y las Antillas Menores hacia las costas del nordeste de Estados Unidos, pero las simulaciones de trayectoria del Centro Nacional de Huracanes prevén de momento que varíe su rumbo hacia el norte antes de llegar a tierra.
Sally, cuyas lluvias se espera que lleguen los próximos días hasta el norte de Virginia, fue el cuarto huracán que tocó tierra en los Estados Unidos este año, la mayor cantidad que ha habido en este tiempo en 16 años.