Sacerdote español con ébola, primer europeo que muere por el virus

El sacerdote español Miguel Pajares se convirtió hoy en el primer europeo que muere de ébola en la peor epidemia en la historia del virus, que deja ya más de un millar de fallecidos en África Occidental.

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El religioso, repatriado la semana pasada desde Liberia, donde se infectó, murió en el hospital de Madrid en el que había sido ingresado en una habitación con medidas para evitar contagios.

Pajares, que tenía 75 años, estaba siendo tratado con ZMapp, el suero experimental que están recibiendo los dos estadounidenses con el virus. Hoy cumplía cinco días de hospitalización.

Cuando llegó a Madrid, su situación clínica era "estable". Las autoridades sanitarias no informaron después de su evolución por deseo expreso del sacerdote de la orden de San Juan de Dios.

Según dijeron hoy fuentes hospitalarias, estaba en "condiciones críticas". Sus constantes vitales bajaron en las últimas horas y empezó a tener problemas para respirar. Murió por la mañana (local).

"Estaba invadido por el virus, que se lo había comido por todos los lados", dijo una fuente del Hospital Carlos III de Madrid.

El cadáver será incinerado sin que se le haga la autopsia para evitar que el virus pueda propagarse y de acuerdo a los protocolos establecidos. El contagio del ébola se produce por contacto directo con la sangre, fluidos corporales, secreciones y órganos.

Pajares, que vivió casi ocho años en Liberia y trabajaba para la organización de cooperación Juan Ciudad, de carácter religioso, se infectó en el Hospital San José de Monrovia. Era el superior del centro sanitario y estuvo cuidando de su director, el camerunés Patrick Nshamdze, que falleció por el virus.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra ya en más de un millar los muertos en el brote que estalló en marzo en Guinea Conakry y se extendió a Liberia y Sierra Leona. Luego saltó también a Nigeria. Los casos de infectados reportados son más de 1,800.

Para el ébola no hay vacuna ni cura conocida. Los síntomas iniciales son fiebre, dolores de cabeza, musculares y de garganta, además de debilidad. Luego llegan los vómitos, las diarreas y los problemas de las funciones renal y hepática, entre otros, y en algunos casos sangrados internos y externos.

En los últimos días murieron en la capital de Liberia otros dos compañeros del español: los religiosos congoleños George Combey y Chantal Pascaline.

La repatriación y el tratamiento del religioso en España suscitó varios debates y polémicas en el país. Hubo quienes la criticaron por el riesgo de un contagio, otros no veían bien que el español fuera rescatado mientras en Monrovia quedaban los infectados africanos. (DPA)