"En vista de que el Gobierno británico, miembro del consejo directivo de la compañía OneWeb, lleva a cabo ahora una campaña desenfrenada (contra Rusia), ordeno cesar los preparativos para el lanzamiento", declaró el jefe de Roscosmos, Dmitri Rogozin.
El presidente de la agencia espacial rusa informó de que el cohete será retirado del complejo de lanzamiento y devuelto a la base de servicio técnico.
Tras el inicio de la ofensiva de Rusia contra Ucrania y las sanciones impuestas a Moscú por Occidente, las autoridades rusas condicionaron el lanzamiento de los satélites británicos al otorgamiento de garantías jurídicas de que estos no serían utilizados con fines militares.
Roscosmos también exigió que los datos recopilados por los satélites no fueran entregados a entidades militares.
Además, la agencia espacial rusa exigió que el Gobierno británico dejara de ser accionista de la compañía OneWeb.
El pasado 2 de marzo el secretario de Estado británico de Negocios, Energía y Estrategia Industrial, Kwasi Kwarteng, declaró que el Gobierno no retirará su participación en OneWeb.
La víspera, el Consejo de directores de OneWeb votó por el cese de todos los lanzamientos desde el cosmódromo de Baikonur, una decisión respaldada por el Gobierno británico.