Los ciudadanos elegirán al presidente entre seis candidatos: el oficialista Daniel Scioli (Frente para la Victoria), y los opositores Mauricio Macri (Cambiemos), Sergio Massa (Una Nueva Alternativa), Margarita Stolbizer (Progresistas), Nicolás del Caño (Frente de Izquierda) y Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal).
Las decenas de encuestas realizadas en las últimas semanas coincidieron en que Scioli lidera la carrera con alrededor del 40 por ciento de intención de votos, seguido por el 30 por ciento de Macri y el 20 por ciento de Massa.
Stolbizer, Del Caño y Rodríguez Saá no alcanzan el 5.0 por ciento de simpatías electorales cada uno, así que su aspiración es conseguir el mayor número posible de curules en el Congreso.
Pese a que Scioli aventaja, las cifras no le alcanzan para descartar desde ahora una segunda vuelta, ya que la ley electoral establece que sólo triunfa en primera vuelta quien obtenga el 45 por ciento de los votos, o el 40 por ciento, pero a una distancia de 10 puntos con respecto al segundo lugar.
En caso de que el candidato de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no alcance ninguno de esos escenarios, tendrá que enfrentar una segunda vuelta el próximo 22 de noviembre ante su rival más cercano, que por ahora todo apunta a que será Macri.
Los argentinos, además, renovarán parcialmente el Congreso, ya que elegirán 24 de 72 senadores, y 130 de 257 diputaciones, a lo que se sumarán 11 gobernadores y 43 parlamentarios del Mercado Común del Sur (Mercosur).
Los centros de votación abrirán de 08:00 a 18:00 horas, y se espera que de inmediato las televisoras comiencen a dar tendencias de acuerdo con las encuestas de boca de urna.
Sin embargo, la Cámara Nacional Electoral ya anticipó que los primeros resultados oficiales se darán a conocer poco antes de la medianoche, por lo que los candidatos tendrán que esperar para pronunciarse.
La intensa jornada electoral está marcada por múltiples curiosidades, ya que es la primera vez desde el retorno de la democracia (1983) que hay tan pocos candidatos, además de que únicamente compiten alianzas electorales, no partidos.
También es la primera vez desde 1995 que hay sólo una y no por lo menos dos candidatas presidenciales, y si Scioli no gana de manera contundente, habrá una segunda vuelta que hasta ahora ha sido inédita en la historia argentina.