En el primer acto litúrgico del viaje pastoral, que se extenderá hasta el próximo domingo, el líder católico pidió a la Virgen que los católicos sean “amigos de los pobres y los pequeños” y que todos los pueblos de la tierra vivan en un “espíritu de fraternidad”.
“Reina de la paz, ¡concede las más nobles aspiraciones de los jóvenes africanos; colma a los corazones sedientos de justicia, de paz y de reconciliación; concede las esperanzas de los niños víctimas del hambre y de la guerra!”, recitó.
“Nuestra señora del África, ¡obtén de tu hijo divino la curación para los enfermos, la consolación para los afligidos, el perdón para los pecadores y obtén para toda la humanidad la salvación y la paz!”, agregó.
El líder católico llegó este viernes a la capital beninesa, en la costa occidental africana, en cuyo aeropuerto internacional fue recibido por autoridades políticas y religiosas. Más tarde se dirigió a la catedral donde saludó a decenas de fieles.
En un discurso, pronunciado en francés, recordó la figura de Isidore de Sousa, obispo de Cotonou, a quien reconoció como “un amigo de la verdad” porque tuvo un rol determinante en la transición democrática del país desde el régimen comunista.
Destacó además la figura de la Virgen María, gracias a cuya misericordia los corazones heridos sanan, las “insidias del maligno” desaparecen y los enemigos se reconcilian.
“La misericordia divina no consiste solamente en la remisión de nuestros pecados sino también en el hecho que Dios nos reconduce, a veces no sin dolor, aflicción o temor de parte nuestra, al camino de la verdad y de la luz, porque no quiere que nos perdamos”, apuntó.
La visita apostólica de Benedicto XVI a Benín continuará el sábado por la mañana con un discurso ante representantes políticos, religiosos, diplomáticos y académicos en el Palacio Presidencial de Cotonou.