En la declaración de la Cumbre que la Unasur llevó a cabo este martes en Buenos Aires, los jefes y jefas de Estado y de gobierno de la región incluyeron un enérgico rechazo a la polémica legislación que fue aprobada el pasado 23 de abril en Arizona.
Unasur rechazó 'la criminalización de las personas inmigrantes contenidas en la referida ley, la cual permite la posibilidad de detener a personas de manera discrecional por consideraciones raciales, étnicas, de lenguaje y estatus migratorio'.
En el documento, el bloque advirtió que la criminalización se establece a partir del cuestionable concepto de 'duda razonable', cuyo efecto podrían ser la legitimación de actitudes racistas en la sociedad.
Unasur alertó, también, que la ley entraña 'el peligro latente de violencia racial con lamentables episodios de los que ya hemos sido víctimas ciudadanos sudamericanos'.
Finalmente, reconoció la importancia de las expresiones de rechazo a la ley que han sido manifestadas por el propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, otros países y la Organización de Estados Americanos (OEA).
El repudio a la Ley Arizona fue propuesto por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien en su país ya había denunciado que esta norma viola derechos humanos fundamentales.
'Es un insulto a la dignidad humana, un insulto a la humanidad, criminalizar, meter preso a un inmigrante por no tener papeles', acusó el mandatario.