El secretario del Foreign Office (ministro de Exteriores), James Cleverly, presidirá esa sesión, programada para el día 18 con el título "Mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales: la inteligencia artificial", y no se descarta que otros ministros de países aliados también asistan, dijo la diplomática.
Han sido invitados expertos de la IA que la embajadora no precisó, pero insistió en que su país quiere que la sociedad civil está asociada a este debate, que por primera vez llega de manera específica al Consejo de Seguridad.
La diplomática recordó que su país ya va a organizar antes de fin de año -aún se desconoce la fecha- la primera cumbre mundial en Londres sobre la IA y la seguridad, según anunció el pasado 8 de junio el primer ministro Rishi Sunak, en lo que parece un intento británico de liderar el debate mundial sobre la cuestión.
Woodward dijo que la IA presenta "un enorme potencial" para, por ejemplo, superar brechas de desarrollo entre países, pero al mismo tiempo "grandes riesgos" de que sea utilizada en el manejo de armas convencionales o incluso nucleares.
Por ello, es importante que el futuro de la IA, que "evoluciona a toda velocidad", sea abordado de forma multilateral y no se deje al albur de cada Estado, como ha propuesto -recordó la embajadora- el secretario general de la ONU, António Guterres.
Sobre si el Reino Unido preconiza un "marco regulatorio mundial" o más bien un organismo internacional que lo supervise, dijo que se desconoce por el momento cuál puede ser el paso más efectivo, y por ello la necesidad de abordarlo sin más dilación.
Otros debates que el Reino Unido ha programado este mes son sobre la guerra de Ucrania, previsto en este caso para el día 17 y también con asistencia de Cleverly; precisamente en la víspera de que el día 18 expire la actual prórroga del llamado "acuerdo de grano del mar Negro", sobre el cual Woodward se mostró pesimista.
La embajadora criticó la actitud de Rusia de amenazar con torpedear el acuerdo del grano cada vez que se acerca su expiración, lo que inevitablemente lleva a tensiones en el mercado que hacen subir los precios, cuando el acuerdo se firmó precisamente para controlar esa espiral de precios.
Durante la presidencia británica, el Consejo abordará igualmente la guerra en Sudán, la renovación de los pasos para ayuda humanitaria en Siria, la situación en Haití y la posible formación de una fuerza internacional para ese país, entre otros asuntos.
Woodward dijo que su país quiere abordar también la reforma del Consejo de Seguridad y repitió la postura británica de convertir en miembros permanentes a India, Brasil, Alemania y Japón, además de un país africano "que compete designar a los africanos", pero reconoció que ese debate está muy abierto y con posturas muy alejadas.