Regresó a su hábitat, la familia de osos polares que llegó del Ártico a Quintana Roo para exigir que los tomadores de decisiones actúen ahora para detener los devastadores efectos del cambio climático.
Su intención fue llevar un mensaje de urgencia en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado en México el pasado 5 de junio.
Los activistas de Greenpeace, con botargas de osos, hicieron tres paradas en el estado, en Cancún, Cozumel y Xcaret, para llevar el mensaje de urgencia a las más altas autoridades del país que, en apariencia preocupadas por el cambio climático, no tuvieron interés en recibir el mensaje de los osos polares que se apersonaron en las reuniones.
La seguridad del centro turístico de Xcaret desalojó a los osos el día en que pretendía explicar que el cambio climático es una de "las mayores armas de destrucción masivas" y que en México hay 70 millones de vulnerables a este fenómeno.
Al final, la familia de osos polares regresó al Ártico con las mantas en las que se elían leyendas como "Basta de discursos, salven el clima" y "No more talkings, save the climate"... en espera de que los tomadores de decisiones actúen ahora para detener el cambio climático.