Llamó a “aquellos que aman a Muamar Gadafi” a salir a las calles para apoyarlo, exhortándolos a no temer a las “pandillas” que se manifiestan contra su régimen.
“Salgan de sus casas, atáquenlos en sus madrigueras. Retiren a sus hijos de las calles. Ellos (los manifestantes) están drogando a sus hijos, emborrachándolos y enviándolos al infierno”, dijo Gadafi en su primer discurso desde que la agitación estalló en el país africano.
Aseguró que él ha llevado gloria al país, y declaró que en vista de que no tiene ninguna posición oficial en Libia de la que pudiera resignar, seguirá siendo el “líder de la revolución”.
Citando a la Constitución del país, dijo que los enemigos de su régimen serán ejecutados, y advirtió que el país descenderá en la guerra civil si se permite que las protestas continúen.