Rajoy aseguró que esa hoja de ruta es mala en su fondo y en su forma para Cataluña (noreste) y para España. Según el dirigente del Partido Popular (PP), ningún gobierno autorizará nunca la ruptura de la soberanía nacional en España.
El principal partido de la oposición a nivel nacional, el PSOE, también criticó la nueva hoja de ruta soberanista. Los socialistas consideran que "niega la política del diálogo" y apuntan que nadie puede proponer la independencia unilateralmente.
El preacuerdo fue suscrito por Convergència Democràtica (CDC), formación del presidente del gobierno catalán, Artur Mas, y su socio de gobierno, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), además de otras tres agrupaciones independentistas.
Los firmantes establecen que, de ganar las fuerzas soberanistas los comicios regionales, se redactará un borrador de Constitución catalana en un plazo de diez meses. Este sería sometido a referéndum ocho meses después y, de aprobarse, el Parlamento catalán proclamaría la independencia de la región de forma unilateral en marzo de 2017.
Este preacuerdo no incluye la celebración de un referéndum de autodeterminación, motivo por el cual no fue suscrito por otra de las formaciones soberanistas, Esquerra Unida i Alternativa.
En septiembre de 2014, Mas firmó un decreto para convocar una consulta independentista, que fue vetada después por el Tribunal Constitucional español y que el mandatario catalán acabó celebrando el pasado 9 de noviembre sin oficialidad y de forma simbólica.
Dos meses después, Mas decidió adelantar las elecciones regionales al próximo 27 de septiembre, con la intención de convertir esos comicios en un plebiscito sobre la independencia. Esa cita con las urnas tendrá lugar poco antes de las elecciones generales, que aun no tienen fecha pero previsiblemente se celebrarán a finales de año. (DPA)