Oficialmente, Putin se reúne con el líder de la Iglesia católica romana en su función de jefe de Estado, pero se trata de mucho más.
El papa Francisco y Putin conversarán sobre la protección de las minorías cristianas en el conflicto sirio y en África, tal como señaló el asesor de Putin, Yuri Ushakov. La Iglesia ortodoxa rusa en Moscú comunicó además que también confía en que se pueda dar un nuevo impuso a las relaciones con el Vaticano y espera un reconocimiento de su papel como principal religión en Rusia. Los seguidores de la línea dura del Kremlin quieren ahora que también se incluya en la Constitución rusa.
Para los fieles, lo importante es que Putin ayude a conseguir un acuerdo histórico entre el patriarca de Moscú con el Papa. Putin, bautizado como cristiano ortodoxo, también se ha manifestado a favor de la reconciliación entre la Iglesia de Oriente y de Occidente. Ambas ganarían en prestigio, señaló el diario moscovita Nesavissimaya Gaseta. Pero materializarlo no será tan sencillo.
Los presidentes rusos han invitado en reiteradas ocasiones al papa a Moscú. Putin invitó en 2007 al predecesor de Francisco, el ahora papa emérito Benedicto XVI, y en 2000 y 2003 al papa Juan Pablo II. La resistencia de la Iglesia en Rusia, que tras la caída de la Unión Soviética comenzó a ganar peso, sigue siendo grande.
Ambas Iglesias se disputan poder e influencias. Uno de los puntos que más molesta al patriarca de Moscú es la fiebre misionera de los católicos en Siberia y en el Lejano Oriente. Cada tanto hay ataques contra curas católicos.
No obstante, los observadores en Roma ven con optimismo que el encuentro de hoy en Roma pueda mejorar la relación entre ambas iglesias. "La perspectiva de un encuentro entre Francisco y el patriarca Kiril parecen hoy mejores que nunca antes", señala el diario "La Stampa" de Turín. Las razones de ello son, entre otros, el origen argentino del papa y su postura abierta de cara a la Iglesia ortodoxa rusa.
También Putin intentará promover un nuevo acercamiento. Antes de esta visita a la Santa Sede, algunos religiosos de Moscú acudieron al Vaticano, y el cardenal italiano Angelo Scola se reunión con Kiril, acompañado de una delegación, en Moscú. Desde hace años existe la esperanza de un encuentro de ambos líderes en un terreno neutral, como podría ser Italia, Hungría o Austria.
El ex jefe del servicio secreto Putin y el patriarca Kiril, al que se le supone un pasado poco claro en tiempos de la Unión Soviética, están considerados dos líderes que colaboran estrechamente para encauzar un encuentro de estas características.
"Conservadores de Europa, únanse", tuiteó el politólogo Dmitri Trenin del Carnegie Center en Moscú. También analistas en Roma consideran que se está intentando forjar una "santa alianza" contra la "homosexualización" del mundo, algo contra lo que abiertamente lucha sobre todo la iglesia ortodoxa rusa.
Las fuerzas liberales en Rusia critican tanto a Putin como al patriarca por la "alianza poco santa" de Estado e Iglesia que impide el progreso social. La banda de rock Pussy Riot expresó su rechazo a esta unión con un provocador video rodado en la catedral del Cristo Rendentor de Moscú, lo que llevó a que dos de las integrantes del grupo estén en la cárcel cumpliendo una condena de dos años.