El presidente señaló también como una de las causas un trabajo deficiente de los organismos pertinentes. "La tendencia del pasado año es que las tensiones entre los residentes y los inmigrantes van en aumento", declaró Putin durante un encuentro con líderes espirituales musulmanes.
"Sólo hay unas pocas modificaciones positivas", indicó Putin en su primera declaración pública después los violentos enfrentamientos con trasfondo xenófobo.
El 13 de octubre cientos de residentes, radicales de derecha y hooligans destrozaron un mercado administrado por inmigrantes como represalia tras el asesinato de un joven ruso a manos de un hombre de origen caucásico.
En este contexto, Putin abogó por una escuela rusa islámica. "Es necesaria para poder hacer frente correctamente a los desafíos modernos", declaró el jefe del Kremlin.
Rusia lleva años inmersa en una lucha contra islamistas radicales, sobre todo procedentes de la conflictiva zona del norte del Cáucaso.