Tras las derrotas sufridas en las últimas semanas por las iniciativas republicanas de reforma sanitaria, la administración de Donald Trump presionó a los miembros del partido rojo para continuar el trabajo hasta tener una ley lista para promulgar.
Ello se hace a pesar de las protestas generadas en los territorios del país, y cuando varias encuestas apuntan a que la mayoría de los estadounidenses prefieren el Obamacare por encima de los diseños republicanos.
'Los manifestantes descendieron al Senado. La devastación que el Partido Republicano causará no puede ser subestimada', 'Gracias por sus voces', 'Gracias a los patriotas que gritan que maten el proyecto', son algunos de los mensajes de apoyo a la protesta que se leen en Twitter.
Más de 150 personas fueron arrestadas la semana pasada cuando se movilizaron en 45 lugares diferentes alrededor del Congreso por negarse a cumplir con una orden de la Policía del Capitolio y continuar con sus manifestaciones en contra de los esfuerzos de desmontar el Obamacare.
Al mismo tiempo, cientos de miembros de una organización defensora de los derechos de los estadounidenses con discapacidades anunciaron una masiva sentada para este martes en el vestíbulo de uno de los edificios de oficinas del Senado.
Según la dirigencia de la entidad, si se consiguen los votos suficientes para pasar a debatir un proyecto de salud ocuparán el edificio indefinidamente.