En las últimas tres semanas murieron unas 220 personas en combates en los bastiones separatistas de Donetsk y Lugansk.
El conflicto afecta cada vez a más civiles.
"Paradas de autobús, medios de trasporte públicos, mercados, escuelas, guarderías, hospitales y zonas residenciales se convirtieron en zonas de combate", apuntó Al Hussein. Se trata de claras violaciones del derecho internacional público, advirtió.
Según los datos del alto comisionado de la ONU, desde abril del año pasado perdieron la vida 5,360 personas en la zona. Un recrudecimiento del conflicto tendría consecuencias catastróficas para los 5.2 millones de habitantes de la región, advirtió Al Hussein. (DPA)