"Civiles han muerto sin ninguna causa. No podemos tolerar esta situación. Debe terminar con la violencia y deben entregarse las armas", dijo el representante especial de la ONU para la República Centroafricana, Babacar Gaye, a periodistas en la capital, Bangui.
Gaye también alentó a los líderes religiosos, que son modelos tanto para las comunidades cristiana como musulmana, a que promuevan la paz.
"El papel de la comunidad internacional es apoyar este proceso", dijo.
En tanto, la Cruz Roja señaló a dpa que sus trabajadores se estaban desplazando por la capital para recolectar cuerpos y rescatar a los heridos en los últimos combates el miércoles por la noche, a pesar de la presencia de soldados franceses y africanos.
Francia ha enviado a 1,600 soldados al país africano, que se encuentra en una crisis humanitaria desde que la coalición Seleka se levantara contra el gobierno en diciembre de 2012 y derrocara al presidente Francois Bozize, cristiano, en marzo.
El presidente interino Michel Djotodia ha estado luchando por restaurar el orden en el país, rico en oro y diamantes, a pesar de que cuenta con el apoyo de 3,500 soldados de la Unión Africana (UA).
Unas 400,000 personas se han visto desplazadas del país, de 4.5 millones de habitantes, mientras que grandes cantidades de civiles murieron, especialmente en el noroeste.