Pese a que las condiciones humanitarias siguen siendo desesperadas para alrededor de 13.5 millones de personas, O'Brien resaltó que desde el inicio de año se distribuyó ayuda humanitaria a 150,000 personas en 11 de las 18 áreas sitiadas en ese país y a casi 200,000 más en áreas de difícil acceso.
Sin embargo, señaló que todavía se está lejos de satisfacer la totalidad de las necesidades humanitarias y de protección requeridas.
"Lo que se necesita es un alto el fuego permanente, el fin de las hostilidades y un acceso prolongado, incondicional y sin restricciones para poder ayudar a las personas que lo necesitan", indicó O'Brien.
A su vez, se mostró profundamente preocupado por la suerte de más de 200,000 civiles en el norte rural de la provincia de Homs y los cerca de dos millones de personas que viven en las zonas ocupadas por ISIS.
O'Brien llamó a las partes, y en especial a las autoridades sirias, a permitir el transporte de suministros y equipamiento médico en los convoyes, incluyendo material quirúrgico.
Finalmente, rindió tributo a las organizaciones y trabajadores humanitarios resaltando la tarea realizada en el terreno por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS).