Hasta ahora, en torno a medio millón de mujeres, hombres y niños abandonaron Mosul, abandonaron la segunda ciudad más grande de Irak, por miedo a ataques de del ISIS y decenas de miles de personas también salieron de las vecinas provincias de Diyala y Saladino.
"Esto profundamente preocupada por su situación humanitaria", dijo al representante de la OCHA en Irak, Jacqueline Badcock, en un comunicado. "Muchos de ellos tienen pocas o ninguna posibilidad de recibir suministros a largo plazo".
Los huidos necesitan urgentemente agua, alimento, refugio e instalaciones sanitarias. Las organizaciones humanitarias se esfuerzan en llevar ayuda, pero el acceso a zonas de conflicto es difícil.
Los refugiados dentro de las regiones controladas por el ISIS apenas son accesibles a los cooperantes, señala la OCHA, que apeló a todos los grupos armados a permitir el acceso de la ayuda humanitaria a quienes sufren la actual situación. (DPA)