Sabemos por pasadas crisis que el empleo recupera sus niveles previos a la crisis con un desfase de entre 4 y 5 años (respecto a la recuperación económica)... Esto significa que el mundo puede asistir a una crisis del empleo y de la protección social de 6 a 8 años de duración", señaló Somavia, al presentar su informe ante la Conferencia Internacional del Trabajo que hoy se abrió en Ginebra.
Somavia dijo que el mundo se enfrenta a "la primera crisis sistémica" de la historia y acusó a los líderes políticos de no haber "prestado suficiente atención a las implicaciones humanas y sociales de ese desfase" que llevará a que el paro aumente aunque la economía empiece a recuperarse.
Según las últimas previsiones de la OIT -que las revisó al alza la semana pasada- 2009 podría acabar con 239 millones de desempleados en el mundo, lo que significa una tasa de paro del 7.4 por ciento.
Y mientras se prevé que el paro aumente hasta finales de 2010 o principios de 2011, sólo las nuevas incorporaciones al mercado laboral -que este año serán de 45 millones de personas- exigirían crear 300 millones de puestos de trabajo.
"La economía global ha descarrilado porque alguien se durmió al volante, pero todos nos estrellamos", afirmó Somavia, que no ahorró críticas a los excesos del sistema financiero y al olvido por parte de la "política económica dominante" de valores básicos defendidos por la OIT.
"La pobreza y el empleo precario aumentan. Las clases medias se debilitan", señaló en otro momento de su informe, en el que advirtió de que "la falta de trabajo y de protección social alimenta la inestabilidad, y multiplica la violencia, el malestar social y los disturbios políticos".
Por todo ello, dijo que "la OIT se ha puesto en modo-crisis" y pidió ante los 4 mil delegados que representan a gobiernos, empleadores y trabajadores proponer políticas "que reduzcan significativamente el periodo potencial de 6 a 8 años de mercado laboral deprimido".
Y ello pasa, según Somavia, por un Pacto Global por el Empleo, que debe diseñarse a los niveles nacional, regional y global, basado en las consultas tripartitas, en salvaguardar los trabajos viables, en ayudar a las pequeñas y medianas empresas sostenibles y que tenga a la protección social como punto central, entre otros elementos.
Se trata, dijo, de "poner los cimientos de un camino de trabajo decente para la recuperación y el crecimiento sostenible".
Al inaugurarse hoy la Conferencia, tres opositores iraníes acreditados por el Partido del Trabajo Comunista de Irán subieron inesperadamente al podio y pidieron la liberación de sindicalistas iraníes presos, y tras gritar varias consignas en parsi fueron evacuados por los servicios de seguridad.
La Conferencia Internacional del Trabajo, que se prolongará hasta el día 19, se ha reorganizado totalmente para centrarse especialmente en la crisis del empleo y en la búsqueda de soluciones.
Una docena de jefes de Estado asistirá a la Cumbre Mundial del Empleo que se celebrará del 15 al 17 de junio como parte de la Conferencia.
Entre los presidentes cuya asistencia está confirmada figuran el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, el francés Nicolás Sarkozy, la argentina Cristina Fernández de Kirchner, y el paraguayo Fernando Lugo.
Además del asunto central del impacto de la crisis en el empleo, la Conferencia abordará otros temas, como el desarrollo de una nueva norma de la OIT sobre el Sida en el mundo laboral, la problemática del trabajo infantil o el trabajo forzoso en Birmania.