Obama insta al Congreso a adoptar su planes de empleo y reducción del déficit

El presidente estadounidense, Barack Obama, urgió hoy nuevamente al Congreso a que apoye sus planes de creación de empleo y de reducción del déficit, algo que, si no se acuerda, obligaría a fuertes recortes presupuestarios automáticos.

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Para el presidente estadounidense, Barack Obama, hoy no será un día festivo, y continuará su campaña precisamente frente a un sindicato de trabajadores de la automoción en el decisivo estado de Ohio.

En un evento de campaña en Portsmouth, estado de Nuevo Hampshire, el presidente aseguró, al día siguiente de la clausura de la Convención Nacional Demócrata, que todavía hay tiempo de hacer algo por el empleo, a pesar de la campaña electoral.

"Si los republicanos se toman en serio el desempleo, podríamos crear un millón de nuevos puestos de trabajo ahora mismo si el Congreso aprobara el plan de empleo que les envié hace un año", dijo Obama, que ayer fue confirmado por su partido como candidato a la reelección.

Asimismo dijo que "la deuda y el déficit son un problema real a medio y largo plazo", y urgió a los miembros del Congreso, en especial a la oposición republicana, a que se pongan manos a la obra a partir de la semana próxima, cuando comenzará el período normal de sesiones.

El Gobierno estadounidense confirmó hoy que enviará la semana próxima su informe en el que detallará cómo se ejecutarían los recortes automáticos al presupuesto, una medida prevista para el caso de que no se produzca un acuerdo entre los dos partidos antes de finales de año sobre la reducción del déficit.

En el avión presidencial Air Force One, en el que Obama se desplazó desde la Convención Demócrata recién clausurada en Charlotte a Nuevo Hampshire, el portavoz Jay Carney aseguró que a finales de la semana próxima el gobierno detallará cómo se aplicarían los temidos primeros recortes presupuestarios por valor de 109,000 millones de dólares.

Esa reducción del gasto obligatoria está prevista para el 2 de enero del año próximo dentro del acuerdo que el Congreso alcanzó en el verano de 2011 y que permitió aumentar, en el último minuto, el techo de deuda.

Los recortes automáticos fueron introducidos en el acuerdo con la esperanza de que esa medida extrema incitara a republicanos y demócratas a llegar a un compromiso sobre la manera de reducir el déficit.

El compromiso no fue posible y los recortes automáticos tendrán que aplicarse, aunque todos los expertos coinciden en que tendrán un efecto muy negativo sobre la débil recuperación económica.

El informe de la Casa Blanca al Congreso sobre estos primeros recortes se esperaba para ayer, pero habrá que esperar una semana más para conocer datos sobre qué partidas, programas y ramas de la administración se verán afectadas.

Para evitar que se activen los recortes automáticos por valor de 1.2 billones de dólares hasta 2021, y que afectan especialmente al gasto en Defensa, el Congreso debe consensuar un plan de reducción del gasto de tamaño similar.

La economía estadounidense se enfrenta también al peligro de un aumento radical de los impuestos a principios del próximo año, porque expiran la rebajas impositivas vigentes desde el mandato de George W. Bush, y no hay acuerdo en el Congreso sobre su prórroga.

Los demócratas se niegan a que las rebajas fiscales sigan en pie para las rentas más altas.