La Unión Cristianodemócrata de Angela Merkel (CDU) y su hermana Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) dieron luz al pacto de coalición con los liberales para un nuevo gobierno de centroderecha que centrará su política de los próximos años en combatir la crisis mediante rebajas fiscales.
"Será una coalición cuya política estará marcada por la prudencia económica y la responsabilidad social", dijo Merkel ante el congreso de la CDU que refrendó el tratado.
La canciller defendió los planes de combatir la crisis mediante alivios fiscales, proyecto calificado por numerosos expertos como osadía por la explosión del déficit que ello conllevará.
La líder cristianodemócrata argumentó que la decisión de recurrir a un mayor endeudamiento no se ha tomado a la ligera, sino tras sopesar las dos únicas variantes posibles: incrementar el ahorro público o incentivar el consumo interno.
La experiencia de la primera crisis económica mundial en 1929 demostró, según Merkel, que fue un error apostar por el ahorro prematuramente.
Ante esas dos opciones, dijo, la futura coalición ha preferido "apostar por el crecimiento, consciente de que no garantías de éxito, pero partiendo de la base de que hay posibilidades de que funcione", algo que, según añadió, no hubiera sido posible limitándose al ahorro estricto.
Uno de los puntos cardinales del pacto de coalición lo conforma una descarga fiscal de 21 mil millones de euros en 2010, y de 24 mil millones a partir de 2013, medidas que parcialmente fueron lanzadas ya por el gobierno saliente con los socialdemócratas.
La mayor parte de estas medidas irá destinada a ayudar a las familias con hijos que verán aumentados los subsidios mensuales por hijo en veinte euros, para llegar a 200 euros, y además podrán desgravar 7 mil 008 euros anuales por cada hijo en lugar de los 6 mil 024 que regían hasta ahora.
Los alivios fiscales tienen como objetivo incentivar el consumo en un momento en que se prevé un aumento del desempleo.
Pese a que las previsiones económicas son algo mejores y se parte de una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 5 por ciento en lugar del 6 por ciento que se temía inicialmente, Merkel advirtió de que es demasiado pronto para lanzar las campanas al vuelo.
"Todavía no sabemos qué pasará en Estados Unidos, Asia o África", dijo Merkel, que subrayó que de lo que se trata es de tomar medidas "preventivas" para que no se repitan crisis como lo que se está viviendo.
Merkel defendió la controvertida partida presupuestaria de 20 mil millones para hacer frente a gastos sociales derivados de la crisis y paliar así sus efectos sobre los ciudadanos, que se ha bautizado como "paraguas de protección para los trabajadores" y que la canciller comparó con un programa similar aprobado a comienzos de año para la banca.
"Estábamos ante la opción de subir las cotizaciones al seguro de desempleo, lo que hubiera ido exclusivamente a costa de los trabajadores o de financiar los gastos adicionales recurriendo a todos los contribuyentes, es decir, a los presupuestos estatales", dijo la canciller, y añadió que los tres partidos de la nueva coalición consideraron la segunda posibilidad como la "más justa".
Uno de los puntos más criticados de las negociaciones de coalición fue precisamente lo que ahora se ha venido a bautizar como "paraguas para los trabajadores", pues inicialmente se contemplaba aprobarlo como un presupuesto paralelo que no estuviera incluido en el erario total y afeara así aún más el de por si abultado déficit.
Los futuros socios de la coalición tenían además previsto incluirlo como presupuesto adicional a los Generales de este año, es decir, como partida del gobierno saliente y no del entrante.
Finalmente, el designado ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, decidió poner freno a esta idea surgida del socio liberal, y prefirió incluirlo en la contabilidad del próximo año.
Todas estas medidas llevarán a que Alemania no pueda alcanzar en toda la próxima legislatura el objetivo de un presupuesto equilibrado, como reconoció Schäuble ayer y Merkel corroboró.
Lejos de acercarse a una consolidación presupuestaria, las últimas cifras de expertos apuntan a que en 2010 seguirá bajando la recaudación fiscal, el déficit se disparará hasta la histórica suma de cerca de 90 mil millones de euros.
Una vez que los tres socios de la coalición firmen oficialmente esta tarde el pacto, Merkel podrá someterse el miércoles a su votación en el nuevo parlamento, que se constituirá mañana.