Una de estas voces es la de la relatora de la ONU sobre la violencia contra la Mujer, la surafricana Rashida Manjoo, que inauguró en la Casa de América el foro "Iberoamérica frente al feminicidio: El fin de la impunidad", que aborda entre hoy y el miércoles la "lacra" de la violencia extrema contra las mujeres.
Los hombres matan a las mujeres "porque pueden", porque la ausencia de justicia en países como México, Guatemala o El Salvador, genera impunidad y "normaliza" la violencia, dijo Rashida Manjoo en su apertura de las jornadas.
Rashida Manjoo y otros participantes en la primera jornada del Foro coincidieron en destacar que la falta de información sobre los "feminicidios" genera la "invisibilidad" de muchos de los casos, sin dejar de tener en cuenta la ausencia de justicia, la impunidad "absoluta" y la indefensión de las víctimas.
Con respecto a la impunidad, la relatora recordó la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de noviembre de 2009 sobre el caso conocido como "Campo Algodonero", que culpa al Estado de México de la violación de los derechos fundamentales para la vida de un grupo de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez.
"El 'feminicidio' es una violación clara de las disposiciones de varios instrumentos internacionales de los derechos humanos que garantizan el derecho a la vida", dijo Manjoo, que destacó también la necesidad de que los estados establezcan procedimientos legales y administrativos para amparar a las mujeres víctimas de la violencia.
La relatora de la ONU explicó que en un informe que prevé presentar en junio próximo sobre una visita que realizó a El Salvador en marzo pasado, expresará su preocupación "por el aumento alarmante de asesinatos violentos" de mujeres durante los últimos años.
Según Rashida Manjoo, en éste y otros países hay una situación social en la que persisten la "cultura de odio" hacia las mujeres y "el fracaso del sistema de justicia penal para castigar a los perpetradores".
Las víctimas, dijo la relatora, lo son dentro de un "patrón" en el que las mujeres suelen tener entre 10 y 29 años, y son secuestradas y asesinadas después de ser sometidas a agresiones sexuales, tortura o decapitación".
Todo ello, "dentro de una cultura machista en la que subyace una desigualdad de género que conduce a legitimar la subordinación y la desigualdad extrema de la mujer, que, a la vez, generan pobreza y divisiones por clases, etnias y género".
La suma de todos estos factores da lugar al "fomento de la cultura de la impunidad y la socavación del estado de derecho", dijo Manjoo.
Carlos de la Morena, el director de la Tribuna Americana de la Casa de América, se refirió a los "feminicidios" como "una lacra" y la forma más brutal" de violencia contra mujeres en todo el mundo, y destacó, en este sentido, la "grave" situación en el espacio iberoamericano.
De la Morena reconoció que en España también hay violencia contra la mujer, pero destacó que a diferencia de los que sucede en algunos países de Iberoamérica, en España hay "políticas activas y efectivas" en el tiempo que ayudan a prevenir y protegen a las víctimas.
El catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad Carlos III de Madrid, Fernando Mariño, recordó también la sentencia de "Campo algodonero", que supone la reparación de las víctimas, más allá de compensaciones económicas, y la exigencia al Estado para que cambie las "infraestructuras discriminatorias" con la mujer.
Pilar Azcárate, vicerrectora de Cooperación de la Universidad Carlos III, habló de "cifras preocupantes" como las referidas a las 73 mujeres asesinadas en España en 2010 o de las 1,700 que murieron de forma violenta "sólo en una parte de México" entre enero de 2009 y junio de 2010.
Los abogados, juristas, estudiantes y miembros de ONG participantes en el foro deploraron la muerte a balazos este lunes de tres mujeres, entre ellas una menor de edad, en la ciudad mexicana de Ciudad Juárez.