En su alocución, Levy buscó alejar los temores de los empresarios ante el estancamiento de la economía, la inflación en aumento, la depreciación de la moneda ante el dólar y las repercusiones de las investigaciones sobre un escándalo de corrupción en la petrolera Petrobras, la mayor empresa del país.
"No hay nada problemático en la economía brasileña. Todavía hay numerosas ventajas en el país, tales como nuestro capital humano. Estamos seguros de que tenemos condiciones de hacer esa reingeniería de nuestra economía sin gran dificultad", aseveró el ministro.
Levy busca poner en marcha en Brasil un conjunto de medidas de ajuste fiscal destinado a convertir el déficit primario del 0,34 por ciento del Producto Interno Bruto de 2014 -el primero en 18 años- en un superávit primario del 1.2 por ciento del PIB en 2015 y del dos por ciento del PIB, en 2016 y 2017.
"Tenemos que tomar decisiones en forma rápida. El gobierno debe crear y consolidar un nuevo ambiente (económico y) sentar las bases para un nuevo ciclo de crecimiento (...) basado en nuestro capital humano y en nuestra capacidad de ahorro".
"Tenemos una generación mejor preparada. Virtualmente todos están incluidos en la economía de mercado", agregó.
Según los analistas, la conferencia de este lunes forma parte de un esfuerzo de Levy por conquistar apoyo a su programa de ajuste fiscal, que enfrenta ataques de la oposición y resistencias en la misma bancada oficialista en el Congreso.
Sectores del Partido de los Trabajadores (PT), de la presidenta Dilma Rousseff, acusan Levy de incluir en su programa de ahorro medidas que restringen derechos laborales, lo que ha sido negado por la mandataria y por el propio ministro. (DPA)