“La permanente enseñanza de Fidel es que sí se pudo, se puede y sí se podrá superar cualquier obstáculo, amenaza, o turbulencia en nuestro firme empeño de construir el socialismo en Cuba”, dijo el presidente Raúl Castro en el homenaje a su hermano.
“Juramos defender la patria y el socialismo”, señaló Raúl, vestido de verde olivo, mientras sus compatriotas respondieron: “¡Patria o Muerte. Venceremos!
Los miles de cubanos congregados desde temprano en la Plaza Antonio Maceo de Santiago de Cuba respondieron con un unísono grito de “Sí se puede, sí se puede” para ratificar su fidelidad con el gobierno comunista de la isla.
En el estrado principal de la plaza estuvieron varios invitados internacionales, entre ellos los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Bolivia, Evo Morales, además de los expresidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva y Dilma Rousseff.
El tributo a Castro, quien murió el 25 de noviembre a los 90 años, siguió a la llegada de sus cenizas a esta ciudad, cuna del inicio de la Revolución de 1953, tras un recorrido de más de mil kilómetros desde La Habana, la capital cubana.
Los miles de cubanos que asistieron a estos dos actos permanecieron desde la madrugada en Santiago, mientras miles de jóvenes permanecerán en la Plaza Antonio Maceo en vigilia para el entierro de Fidel este domingo en el cementerio de Santa Ifigenia.
“Yo soy Fidel” fue la consigna más coreada en la plaza, como ha ocurrido en los últimos días tras la muerte de Castro, quien gobernó Cuba durante 47 años hasta 2007, cuando cedió el poder a su hermano Raúl.
Comprometidos con Fidel, los cubanos reunidos en el homenaje también ratificaron su confianza en Raúl, cuando gritaron “Raúl, amigo, el pueblo está contigo”.
“Raúl aprieta, que a Cuba se respeta”, fue otra de las consignas de los cubanos de todas las edades que esta noche acudieron a despedir a quien enfrentó a Estados Unidos a causa del bloqueo económico contra la isla caribeña.
Antes de la ceremonia, jóvenes también practicaban consignas, entre ellas “Fidel, papá, la historia te absolverá”.
Raúl Castro afirmó que el deseo de su hermano fue que con su figura no se hicieran cultos a la personalidad mediante la construcción de monumentos, estatuas o dar su nombre a instituciones, por lo que prometió una ley para cumplir esa voluntad.
La llegada de los restos de Fidel a Santiago coincidió con el octavo de nueve días de luto nacional, con la bandera ondeando a meda asta, mientras las actividades de esparcimiento fueron suspendidas.
Aunque existió entusiasmo por honrar a su líder, cubanos manifestaron que el duelo no ha terminado porque estuvieron acostumbrados a saber que Fidel estaba vivo.
“Aunque Fidel sigue vivo entre nosotros, duele que no este físicamente; duele ver que ese hombre tan fuerte y tan valiente que se paraba a decir que debíamos seguir adelante, ya no esté”, dijo una estudiante de bachillerato.
Al acto, miles de estudiantes fueron trasladados en autobuses desde poblaciones cercanas para participar en el homenaje a Fidel y, aunque estuvieron horas esperando a la ceremonia, dijeron sentirse honrados de participar.
Raúl informó que las cenizas de Fidel serán sepultadas con una sencilla ceremonia, la cual será privada y familiar, junto a héroes guerrilleros que lo acompañaron en el yate Granma, cuyo desembarco en Cuba cumplió 60 años el viernes tras zarpar de Tuxpan (México).