Ante el pleno del Parlamento Europeo, adonde acudió a dar cuenta de la última cumbre europea, Michel subrayó que el Reino Unido debe "hacer elecciones importantes sobre su propio futuro" y cuestionó por qué Londres rechaza comprometerse a las garantías que le pide Bruselas de que sus leyes no divergirán en exceso de los estándares europeos.
La competencia justa - el alineamiento británico con las normas europeas para evitar ventajas indebidas si las empresas del Reino Unido compiten en el mercado comunitario en condiciones privilegiadas - es, para Michel, una cuestión de "integridad de nuestro mercado único".
"El Reino Unido dice que quiere mantener los más altos estándares. Si ese es el caso, ¿por qué no se comprometen a ello? No necesitamos palabras, necesitamos garantías", pidió.
"Esto no va de elegir una táctica negociadora, sino de elegir su modelo social y económico para su propio futuro. ¿Quieren nuestros amigos británicos regular las ayudas públicas y mantener estándares altos en salud, seguridad alimentaria o clima en una relación cercana con la UE? Si es así, ¿por qué no se comprometen a ello en nuestro acuerdo futuro?", se preguntó el político belga.
El presidente del Consejo Europeo se refirió también a la gobernanza del pacto futuro, para la cual Londres se niega a dar capacidades al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, y recalcó que el intento británico de modificar unilateralmente partes del acuerdo de salida "nos recuerda lo importante que es" tener un mecanismo de gobernanza.
"¿Cuál es el objetivo de negociar, firmar y ratificar un acuerdo internacional si no se implementa del todo? Si hay alguna violación del acuerdo, necesitamos tener la capacidad de llevar la disputa a un mecanismo de arbitraje vinculante e independiente y conseguir una resolución", afirmó.
Respecto a la pesca, un sector en el que la UE busca mantener una situación similar al "statu quo" mientras que el Reino Unido rechaza que las flotas europeas accedan a sus aguas, Michel advirtió que el Brexit "no fue una decisión de los pescadores europeos" y que prohibir su acceso a las aguas británicas les causaría "un daño extraordinario".
"Sí, queremos mantener el acceso a las aguas británicas para nuestros pescadores, exactamente igual que el Reino Unido quiere acceso a nuestros mercados grandes y diversificados para sus empresas", ejemplificó.
Michel declaró a la UE "preparada para negociar 24 horas al día, 7 días a la semana" en "todos los temas", pero incidió en que la postura británica en las próximas semanas "determinará su nivel de acceso a nuestro mercado único", un principio que consideró "de sentido común".
"Nuestros amigos británicos dicen que quieren una relación cercana y ambiciosa. Esto nos gusta, porque queremos lo mismo. Pero el Reino Unido quiere acceso al mercado único y al mismo tiempo poder divergir de nuestros estándares y regulaciones cuando les venga bien. Señores, no se puede estar en misa y repicando", zanjó.