Merkel y Medvédev mantienen sus discrepancias en torno a Libia y Siria

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente ruso, Dmitri Medvédev, no lograron acercar posturas hoy en Hannover en asuntos clave como la situación en Libia y Siria, pese al empeño común por resaltar el carácter productivo de su encuentro.

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El presidente ruso, Dmitri Medvédev, y la canciller alemana, Angela Merkel.

"Han sido dos días buenos para la cooperación entre Alemania y Rusia", declaró Merkel, quien destacó que los dieciséis acuerdos firmados en un amplio espectro de ámbitos, de la economía al intercambio cultural, son "una prueba de la intensidad de los contactos".

No obstante, las discrepancias de ambos líderes en cuestiones internacionales como los conflictos internos en Libia y Siria quedaron patentes en la rueda de prensa que siguió a su encuentro.

El jefe del Kremlin, que recalcó que la postura rusa no ha cambiado, insistió en que su país no apoyará una condena internacional a Siria, porque ya se "manipuló" la resolución de la ONU contra Libia, en que de la supuesta protección a la población civil se pasó a "apoyar una de las partes".

Por su parte, la canciller declaró en que sería "deseable" una condena contra el régimen de Damasco e indicó que el dirigente libio, Muamar al Gadafi, ha perdido "toda legitimidad política" para seguir en el poder.

Medvédev agregó que debe lograrse "una solución pacífica y negociada" al conflicto libio, por lo que todas las partes deben concentrarse en los esfuerzos diplomáticos.

En clave internacional, ambos líderes abordaron en sus conversaciones, que comenzaron ayer con una cena en la localidad de Garbsen, las relaciones entre Rusia y la Unión Europea (UE), el conflicto en torno a la región separatista moldava de Cisdniéster y el régimen bielorruso.

En el apartado económico, la canciller calificó la economía alemana de "socio natural" de Rusia, también para la estrategia de modernización nacional de Moscú, al tiempo que apuntó a la celebración del Año Dual 2012/2013 como "otra oportunidad más para intensificar" los lazos entre ambos países.

"Los resultados de las consultas hablan por sí mismos", declaró por su parte Medvédev, que subrayó la importancia de los acuerdos firmados.

También salió a relucir en su comparecencia ante los medios la polémica del anuncio de la concesión del premio alemán "Quadriga", que reconoce valores democráticos, al primer ministro ruso, Vladímir Putin, y su posterior anulación tras las protestas de miembros del jurado y anteriores galardonados.

"El dolor de cabeza lo tiene Alemania y no Rusia", declaró Medvédev, quien calificó de "cobarde e inconsecuente" la decisión del consejo de la asociación "Werkstatt Deutschland" (Taller Alemania) de conceder el premio y dar después marcha atrás.

El jefe del Kremlin se mostró convencido de que el premio, que iba a ser entregado a Putin el próximo 3 de octubre, Día de la Reunificación alemana, por su contribución al fortalecimiento de las relaciones germano-rusas, "está acabado, al menos para la comunidad internacional".

Por otra parte, Merkel señaló que el Diálogo de San Petersburgo, foro que reúne a representantes de la sociedad civil de ambos países y a cuya clausura asistieron ambos líderes esta mañana, fue el marco para abordar "la situación de los derechos humanos en Rusia y la libertad de información de cara a las (próximas) elecciones".

"Como ya saben, no entro en especulaciones", declaró la canciller respecto al posible duelo electoral entre Medvédev y Putin en los comicios presidenciales del próximo marzo, que seguirán a las legislativas de este diciembre.

Por su parte, Medvédev pidió "algo más de paciencia" al rechazar hacer comentarios sobre su posible postulación a un segundo mandato, y respecto a los comicios en su país, señaló que deben transcurrir "lo más transparente y lo más justamente posible" y "conforme a la legislación rusa".

Asimismo, el jefe del Kremlin destacó el "productivo intercambio de opiniones" en el marco del Diálogo de San Petersburgo, cuyo ambiente, según la canciller, fue "más fructífero y constructivo que en años anteriores".

La última ronda de consultas germano-rusas al más alto nivel, que se celebran anualmente desde 1998, tuvo lugar en julio del año pasado en la ciudad rusa de Ekaterimburgo, en los Urales.