La crisis fue desatada por la falta de lluvias, que hizo bajar drásticamente en las últimas semanas las reservas de agua del Sistema Cantareira, que abastece a más de ocho millones de personas en la ciudad de Sao Paulo y en municipios vecinos.
El sistema tiene hoy sólo un 8.4 por ciento de sus reservas de 981,000 millones de litros, lo que representa el volumen más bajo de la historia. Según los analistas, de mantenerse el ritmo de reducción del nivel de Cantareira, las reservas llegarían a cero en pleno Mundial.
Ante la amenaza de colapso, el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, confirmó hoy que, a partir de mañana, las autoridades pasarán a utilizar la "reserva técnica" del Sistema Cantareira, un agua que jamás ha sido utilizado hasta hoy, ya que está ubicado en los niveles más profundos de la presa y que por esto es llamado de "volumen muerto".
La medida genera polémica en Brasil, pero Alckmin asegura que las pruebas realizadas por las autoridades revelaron que el agua del "volumen muerto" es "perfecto" y no supone ningún tipo de riesgo para los consumidores: "El agua es perfecto, el volumen no es muerto, lo único es que antes no era utilizado", sostuvo.
Las autoridades de Sao Paulo aseguran que la medida permitirá asegurar el abastecimiento de agua hasta marzo de 2015: "De los 400 millones de metros cúbicos de agua (de la reserva técnica), sólo serán utilizados 182 millones", agregó el gobernador.
Pero esta estimación es cuestionada por el organismo regulador federal del sector, la Agencia Nacional de Aguas (ANA), que calcula que el suministro sólo estará asegurado hasta noviembre.
Pese a las discrepancias, se da como seguro que la medida evitará al menos un colapso en el suministro durante el próximo Mundial de futbol, que se celebrará en Brasil del 12 de junio al 13 de julio próximos. (DPA)
