Los disturbios comenzaron el sábado y no terminaron hasta esta mañana. La policía hizo un uso masivo de gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a la multitud. Miles de personas se habían reunido en Atenas y otras ciudades de Grecia para recordar al joven fallecido. Además de numerosos alumnos y estudiantes se sumaron a la marcha miembros de los grupos de extrema izquierda.
Por la tarde comenzaron los graves enfrentamientos en Atenas. Según los testigos, un grupo de unos 200 encapuchados se separó de una manifestación pacífica de unas 5,000 personas. Al grito de "¡Venganza!" comenzaron a destrozar escaparates, encender contenedores, destruir paradas de autobuses y lanzar bombas incendiarias contra la policía.
Finalmente los agentes y los encapuchados se enfrentaron durante horas en el barrio de Exarchia, considerado un bastión de los grupos anarquistas y de extrema izquierda, con cócteles molotov, granadas aturdidoras y gas lacrimógeno, así como camiones lanzaagua.
El resto de los transeúntes abandonó huyendo el centro. Algunos testigos señalaron a dpa que el gas lacrimógeno hacía imposible respirar. Esta mañana volvía a reinar la calma. También hubo manifestaciones más pequeñas con algunos incidentes en Salónica, Patras, Volos y otras ciudades del país.
Los manifestantes protestaban también por la negativa de la Justicia a darle un permiso a un extremista encarcelado para que pueda salir de prisión y terminar sus estudios. El preso, de 21 años y condenado a 16 años por el robo a un banco en 2013, está en huelga de hambre desde noviembre.
La muerte del adolescente de 15 años desencadenó en diciembre de 2008 una ola de violencia sin precedentes en Grecia. El autor del disparo fue condenado a cadena perpetua en 2010. (DPA)