"En realidad siempre quise ser médica, pero creo que como política se puede ayudar a más gente", afirmó la joven de 16 años en su entrevista con la corresponsal Christiane Amanpour el jueves.
"Como médico se puede ayudar a un número limitado de personas. Como político, si uno lo hace bien, a todos. Por eso, sí, me gustaría ser primera ministra de mi país", afirmó la joven, distinguida el jueves con el Premio Sajarov del Parlamento Europeo a la libertad de conciencia.
Los talibanes dispararon el 9 de octubre del año pasado contra Malala en la cabeza, como venganza por su defensa en un blog de la educación para las niñas. Tras varias operaciones y un largo tratamiento, la joven se recuperó y ahora es un icono a nivel mundial de la lucha por los derechos de las mujeres.