"Un títere, un judas que ha pretendido que el imperio estadounidense se apodere políticamente, militarmente de nuestro país", dijo el mandatario sin mencionar nunca a Guaidó, que el mes pasado juró asumir el mando del Ejecutivo por considerar que Maduro usurpa la Presidencia.
En un acto conmemorativo del Gobierno en el estado Bolívar (sur), Maduro dijo que el Gobierno de Donald Trump "se ha vuelto loco" al pretender aplicar un golpe de Estado o una intervención militar en Venezuela, y culpó a la oposición venezolana de estimular "la violencia extremista" de Washington.
"Es verdaderamente obsceno que un grupo de personas nacidas en Venezuela (...) pidan al imperio norteamericano que invada militarmente nuestro país", sostuvo y tachó de traidores a la patria a estos señalados sin especificar nombres.
Maduro considera que está respondiendo con altura y serenidad ante los problemas propios de la recesión económica y frente a la crisis de legitimidad que atraviesa su Gobierno desde el mes pasado cuando empezó su segundo mandato, al que llegó tras obtener la reelección en unos comicios tachados de fraudulentos.
"Este año 2019 es uno de los años cruciales en la historia de nuestro país (...) Venezuela se está jugando su propia existencia como república", prosiguió y reiteró su llamado "a la unión nacional para defender el derecho a la paz".
"Que nadie se meta en nuestros asuntos (...) no queremos invasión ni guerra (...) en Venezuela va a haber independencia, más independencia y más revolución bolivariana por los años por venir", agregó.
El Parlamento, de mayoría opositora, respalda la ruta planteada por Guaidó que incluye sacar a Maduro del poder, iniciar un gobierno de transición, convocar a elecciones libres e ingresar el 23 de febrero una ayuda humanitaria cedida por varios Gobiernos y pese a la negativa del chavismo.