'No sé qué quiere decir eso de tener una política económica para los ricos', sostuvo durante una visita a un barrio popular de Tourcoing, en el norte del país, un desplazamiento que busca revertir la imagen de lejanía de las clases menos favorecidas, según comentarios de analistas y medios de comunicación.
En su discurso, el mandatario aseveró que durante su quinquenio espera cambiar el rostro de los barrios de Francia porque 'es ahí donde se juega el corazón de la batalla de nuestra República'.
De acuerdo con Macron, 'todo el Gobierno debe estar movilizado en torno a este objetivo' y prometió diseñar un plan en los próximos meses con acciones concretas a implementar sobre el terreno.
Entre los objetivos principales, mencionó restaurar el derecho común a través de los servicios públicos, reforzar la seguridad con los distintos cuerpos policiales, trabajar contra la radicalización extremista, reducir la discriminación y 'garantizar la dignidad de todos los ciudadanos'.
El jefe de Estado también se refirió a una política de promoción del empleo, con promesas sobre la formación y ayudas a los más jóvenes.
En las últimas semanas tomó fuerza a nivel nacional la idea de que Macron es 'el presidente de los ricos', pues medidas implementadas como la reforma laboral benefician a las clases mejor posicionadas en la sociedad.
Recientemente un sondeo reveló que el 88 por ciento de los franceses opina que la política llevada a cabo por el presidente solo favorece a las grandes fortunas del país.
La consulta del instituto Odoxa para varios medios de comunicación precisó para una gran mayoría de ciudadanos, las medidas fiscales adoptadas por el mandatario benefician al capital.
Asimismo, el 83 por ciento de los consultados estima que los favorecidos son los jefes de empresas y el 78 apunta a los empleados de muy altos salarios.