"Este año no será menos desafiante, por eso contamos con vuestra energía y continuo apoyo", dijo Osmani durante la presentación hoy de su programa ante los 57 países miembros de la OSCE.
Osmani recordó que la "guerra de agresión continúa" y que "la gente sigue muriendo y sufriendo".
"Ucrania seguirá siendo nuestra principal prioridad. La agresión debe terminar. La muerte de civiles y la devastación son inaceptables", exigió Osmani.
El ministro dijo que las consecuencias y el coste de la guerra para la región OSCE es "deplorable e insoportable".
El ministro lamentó que la "confianza mutua" dentro de la OSCE esté fracturada pero confió en que la organización pueda cumplir su objetivo de servir a los ciudadanos.
"La OSCE tiene que cumplir en tiempos difíciles", dijo Osmani, quien usó como referente de empatía y paz a la madre Teresa de Calcuta, nacida en Skopje, la capital macedonia.
"Dejemos que su legado, sus palabras y sus actos nos inspiren", aseguró.
"La OSCE tiene la obligación y la capacidad de salvaguardar los intereses de las personas", dijo el presidente de turno de la organización, que pidió también la voluntad política para superar los desafíos en aras de la paz, la estabilidad y la prosperidad".
La OSCE se extiende geográficamente desde Canadá hasta Siberia y a ella pertenecen tanto los antiguos socios del Pacto de Varsovia como EEUU, los países europeos y las repúblicas asiáticas surgidas tras la desaparición de la URSS.
La organización se creó en 1975 para fomentar el diálogo y tender puentes en plena Guerra Fría.