"He recibido muchas peticiones en los últimos días. Los sanitarios en el frente me piden que les envíe más suministros para estar preparados en caso de posibles ataques", comentó a Efe Irina Guk, voluntaria que ayuda al Ejército ucraniano con botiquines de primera necesidad desde 2014.
Como Guk, muchos ucranianos han revivido en las últimas semanas la pesadilla de la guerra en el este del país con la llegada de malas noticias del frente, donde casi una treintena de soldados han muerto en lo que va de año.
UN EJÉRCITO MODERNO
Para no repetir los mismos errores, desde entonces Ucrania ha gastado mil millones de dólares anuales para comprar nuevos equipos militares, pero la pregunta de si el Ejército ucraniano está preparado sigue sin tener una respuesta definitiva.
"Es difícil hablar de la posibilidad de una fácil victoria (contra Rusia). Pero, por supuesto, el Ejército ucraniano de 2014 y el actual son dos organizaciones completamente diferentes", comentó a Efe Mikhailo Samus, director de New Geopolitics Research Network.
El Ejército se sometió a una profunda reforma y ha duplicado su número hasta los 250.000 efectivos, entre personal militar y civil.
"Los nuevos equipos son los drones turcos Bayraktar, sistemas de comunicación turco-estadounidenses, buques de guerra y misiles antitanque de EEUU", agrega Samus.
Además, agrega, se ha aprobado una nueva doctrina militar que allana el camino para que Ucrania cumpla con los estándares vigentes en la OTAN, bloque del que aspirar a formar parte en un futuro.
PATRIOT PARA FRENAR A RUSIA
Las tropas ucranianas han estado en alerta desde que estallara la sublevación armada en el Donbás en abril de 2014, pero el experto admite que en caso de invasión rusa a gran escala, Kiev tendría dificultades para repeler el ataque, ya que carece de sistemas de defensa antimisiles.
"Rusia no atacará por tierra, sino que lanzará primero misiles. Por lo tanto, Ucrania necesita comprar y crear con urgencia un sistema de defensa antimisiles", explicó.
Precisamente, el jefe de la Administración presidencial, Andréi Yermak, llamó a Washington a suministrar a Kiev misiles Patriot para garantizar la seguridad nacional.
Un coronel del Ejército ucraniano, que prefirió mantenerse en el anonimato, aseguró a Efe que para Ucrania sería complicado hacer frente a la invasión rusa sin ayuda exterior.
"Los ucranianos están dispuestos a luchar y lo harán. Pero las fuerzas no son las mismas y sin ayuda lo pasaríamos mal. Desde 2014 nuestro Ejército ha cambiado, pero sigue siendo 'un pequeño ejército soviético'", afirmó.
En su opinión, "los soldados siguen siendo adiestrados para luchar guerras del pasado, la preparación de los militares no es suficiente y hay escasez de algunos tipos de armas".
MIEDO EN EL DONBÁS LEAL A KIEV
El miedo al ruido de los cañones se puede palpar en Sloviansk, la ciudad de la región de Donetsk donde estalló hace siete años la insurgencia separatista apoyada por Rusia y que ahora está bajo el control de Kiev.
"La gente está preocupada. No diría que hay pánico, pero se habla de posibles bombardeos de artillería. Algunos temen realmente que ocurra", comentó a Efe Oleksandr Slavianets, un reportero local.
Aunque admite que "con un vecino como Rusia, no se puede excluir ninguna opción", cree que los miedos son infundados.
"Es postureo. En 2014 era evidente que algo estaba en marcha desde enero. Había mucha propaganda prorrusa en los grupos de internet locales. Ahora, no está ocurriendo eso", señala.
Slavianets visitó el pasado fin de semana las posiciones del Ejército en la zona y destaca que los soldados parecen confiados.
"Ahora también tenemos en la ciudad una base de la Guardia Nacional. El escenario de hace siete años no se repetirá", insiste.
BOTIQUINES PARA EL FRENTE
Por si acaso, Guk continúa repartiendo sus botiquines. Y es que opina que la asistencia internacional está muy bien, pero los ucranianos deben aprender a valerse por sí mismos.
"La gente está donando de nuevo para el Ejército, como en 2014-2015. Sólo ayer por la tarde escribí un mensaje pidiendo ayuda en las redes y durante la noche recaudamos 100,000 hryvnas (unos 3,000 dólares). Así, les mostramos a nuestros soldados en el frente que no están solos. Apreciamos vuestro sacrificio y estamos con vosotros, pase lo que pase", dijo.
Los últimos meses se dedicó a cuidar de su niña pequeña, pero las bajas sufridas por el Ejército en el Donbás no le han dejado otra salida que recaudar dinero para las necesidades de los militares.
Entre otras cosas, los médicos le piden que les envíe torniquetes hemostáticos, "muy necesarios para los primeros auxilios a un soldado herido".
"Con las tropas rusas movilizándose en la frontera, los médicos sienten la necesidad de hacer acopio de equipos sanitarios", explica.