Los 120 pobladores de esta aldea situada al este de Suiza, en el cantón de los Grisones, debían haber retornado a sus hogares hace dos semanas, pero la situación de seguridad no lo permitió.
De momento, sólo podrán acceder a la localidad en grupos de treinta personas y no será posible que entren en el pueblo más de dos miembros de la misma familia, según la prensa local.
El mismo día se decidirá por la mañana si las condiciones permiten que los residentes puedan acceder al interior de sus hogares.
En tal caso, el municipio de Albula -del que depende Brienz- autorizará a los vecinos a sacar sus artículos personales más valiosos de los inmuebles, algo que no pudieron hacer en las horas previas a la evacuación.
Por otra parte, los granjeros y agricultores de la localidad ya pudieron acceder hoy a sus campos para continuar con su trabajo.