La policía ordenó un amplio despliegue en Jerusalén, ante la convocatoria de nuevas manifestaciones hoy ante la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Éste se reunió hoy con el soldado etíope israelí de 19 años cuyo maltrato por parte de un oficial de la policía la semana pasada desató las protestas antirracistas del domingo en Tel Aviv, en las que 65 personas resultaron heridas, la mayoría policías, y más de 40 manifestantes fueron detenidos.
Netanyahu abrazó al soldado y dijo estar "conmocionado" por las imágenes de las cámaras de seguridad que captaron el incidente. "Hay cosas que tienen que cambiar. Espero que algo bueno salga de la difícil experiencia por la que usted ha pasado", le dijo Netanyahu. El primer ministro, que en la noche del domingo pidió una investigación de lo ocurrido al tiempo que condenó la violencia, se reunió también con líderes de la comunidad etíope en un intento de calmar las tensiones.
Por su parte el presidente israelí, Reuven Rivlin, señaló que las manifestaciones "dejaron al descubierto una herida abierta y sangrante en el corazón de la sociedad israelí, la herida de una comunidad que está gritando por un sentimiento de discriminación, racismo y abandono (...) Entre esos manifestantes en las calles está lo mejor de nuestros hijos e hijas", señaló. "Les debemos respuestas".
Las manifestaciones comenzaron la tarde del domingo en Tel Aviv, donde cientos de personas salieron a las calles bloqueando una calle central de la ciudad y la vecina autopista de Ayalon, parando el tráfico durante horas. Después siguieron en la plaza Rabin, donde algunos intentaron asaltar el ayuntamiento mientras otros lanzaban piedras, botellas y petardos a la policía.
La policía se contuvo inicialmente, pero después comenzó a disparar granadas aturdidoras, gas lacrimógeno y cañones de agua, siendo la primera vez en décadas en que recurre a esas medidas en ese lugar. Una patrulla policial fue volcada y las ventanillas rotas. Hasta primeras horas de la mañana se oyeron explosiones y el sonido de las ambulancias llevando a los heridos a los hospitales, mientras helicópteros sobrevolaban la ciudad.
Unas 43 personas fueron detenidas, la mayoría de las cuales salieron en libertad en las horas posteriores, mientras 19 comparecerán hoy ante un tribunal de la ciudad, dijo un portavoz de la policía.
"Debemos dejarlo claro: la protesta es una herramienta básica de nuestra democracia, pero la violencia no es el camino ni la solución", dijo Rivlin ante las marchas previstas para esta tarde.
El detonante de las protestas fue un video que muestra cómo un soldado israelí de origen etíope es maltratado por un policía el pasado 26 de abril, grabado por una cámara de seguridad. El hecho provocó la suspensión del oficial y la apertura de una investigación interna.
Según la oficina de estadísticas israelí, de los ocho millones de habitantes del país, más de 135,000 son judíos etíopes. Muchos denuncian discriminación en el trabajo y en la vida cotidiana.(DPA)